Meditaciones 27 de noviembre
27 de noviembre,
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Aprende a concederte cosas a ti misma. Date tiempo, dedícate atención. Es preciso que aprendamos que nosotras mismas podemos ser la fuente de cosas buenas para nuestras vidas.
Integridad
Nuestras
expectativas sobre nosotros mismos se vuelven más realistas, y eso nos da más
integridad en la forma en que contribuimos a nuestras vidas. Reorientamos la
energía desperdiciada que gastamos comparándonos con los demás hacia el
servicio a otros adictos y a nuestros seres queridos. E incluso podemos
descubrir nuevos talentos y habilidades que nunca supimos que teníamos.
Un
principio espiritual por día
27 de noviembre
Meditaciones de
Mujeres que hacen demasiado. Anne Wilson Schaef
Felicidad
Si no has sido feliz
siendo muy joven, puedes todavía ser feliz más adelante, pero es mucho más
difícil; necesitas tener más suerte.
Simone de Beauvoir
Todas nosotras llevamos
influencias y experiencias de nuestra infancia a nuestra vida de personas
adultas. Las familias con problemas son la norma en esta sociedad y
probablemente ¿No consistirá toda la cuestión en que tenemos algo de la
infancia que ha de ser trabajado? Tal vez la pregunta apropiada sea ¿Qué es lo
que tenemos que trabajar procedente de las experiencias de nuestra infancia? Lo
sorprendente acerca de la aventura humana es, por muy horrenda o terrible que
haya sido nuestra infancia, a medida que trabajamos sobre ella, siempre podemos
encontrar recuerdos de momentos de felicidad que han sido olvidados hace mucho
tiempo. Y con independencia de lo perfecta que pareciera nuestra familia en la
superficie, siempre tenemos algunas experiencias dolorosas que transcender.
La verdadera felicidad no procede de una infancia perfecta. La felicidad
proviene de recuperar nuestra infancia única y sacar las lecciones que nos
tenían reservadas.
27 de noviembre,
Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día
un nuevo comienzo:
Las experiencias limitadas producen resultados
limitados.
Susan Laurson Willing
Los niños en edad escolar se comportan según
las expectativas que sus maestros tienen con respecto a ellos. De la misma
forma, nuestros logros como mujeres dependen en gran medida de nuestras
creencias acerca de nosotras. Por desgracia, muchas mujeres creen muy poco en
sí mismas. Quizás crecimos en un hogar negativo o tal vez tuvimos un matrimonio
en el que no recibimos apoyo. Pero nosotras hemos contribuido también a
autoevaluarnos negativamente. La buena noticia es que esto no tiene porqué
controlarnos ya más. Podemos impulsar nuestro propio desempeño elevando
nuestras expectativas aún si no contamos con el apoyo de los demás. Quizás no
sea fácil, pero cada una de nosotras es capaz de cambiar una autoimagen
negativa por otra positiva. Para lograrlo es necesario comprometernos con el
programa, establecer una relación seria con nuestro poder superior y con los
demás de manera sana y positiva. Es verdad que no podemos controlar a las demás
personas que forman parte de nuestra vida y que no podemos gobernar en absoluto
el resultado de ninguna situación concreta. Pero sí podemos controlar nuestra
propia actitud. Es interesante observar que, cuando comenzamos a considerarnos
competentes y capaces y dejamos de sentirnos inadecuadas, descubrimos que las
personas y las situaciones se vuelven más agradables a nuestros ojos.
Seré justa conmigo misma. Puedo hacer lo que
necesite dondequiera que me encuentre. Sólo yo puedo autolimitarme.
27 de noviembre,
El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Podemos confiar en nosotros mismos
Para muchos de nosotros, la cuestión no es si
podemos o no confiar de nuevo en otra persona; es si podemos o no volver a
confiar en nuestro propio juicio. “El último error que cometí casi me cuesta mi
cordura”, dijo una mujer en recuperación que se casó con un adicto sexual. “No
me puedo dar el lujo de cometer otro error como ése.” Muchos de nosotros hemos
confiado en gente que siguió engañándonos, abusando de nosotros, manipulándonos
o explotándonos de alguna otra manera porque confiamos en ella. Podemos haber
encontrado a esa gente encantadora, amable, decente. Puede haber habido una
vocecita que dijera, “No, algo está mal”. O podemos habernos sentido a gusto
confiando en esa persona, y en estado de shock cuando descubrimos que nuestros
instintos estaban equivocados. El asunto entonces puede reverberar en nuestra
vida durante años. Nuestra confianza en los demás puede haberse sacudido, pero
nuestra confianza en nosotros mismos puede haberse destrozado aún más. ¿Cómo
algo puede sentirse tan correcto, fluir tan bien y ser un error tan total?
Podemos preguntarnos, ¿cómo podré volver a confiar en mi proceso de selección
cuando me demostró ser tan defectuoso? Podemos no tener nunca la respuesta. Yo
creo que necesité cometer ciertos “errores” para aprender lecciones de crítica
importancia que no estoy segura de que hubiera aprendido de alguna otra manera.
No podemos dejar que nuestro pasado interfiera con nuestra capacidad para
confiar en nosotros mismos. No podemos darnos el lujo de funcionar con miedo.
Si siempre estamos tomando la decisión equivocada en los negocios o en el amor,
puede ser que necesitemos aprender por qué insistimos en derrotarnos a nosotros
mismos. Pero la mayoría de nosotros mejora. Aprendemos. Crecemos a partir de
nuestros errores. Lentamente, por incrementos, mejoran nuestras relaciones.
Mejoran nuestras alternativas de trabajo. Mejoran nuestras decisiones acerca de
cómo manejar situaciones con los amigos o con los hijos. Nos beneficiamos de
nuestros errores. Nos beneficiamos de nuestro pasado. Y si hemos cometido
errores, tuvimos necesidad de cometerlos para aprender en el camino.
Hoy dejaré ir mis miedos acerca de confiar en
mí mismo porque he cometido errores en el pasado. Comprendo que estos miedos
sólo sirven para deteriorar mi buen juicio hoy. Le daré validez a mi pasado, e
incluso a mis errores, aceptándolos y sintiendo gratitud por todo ello. Me
esforzaré en ver lo que he ganado de mis errores. Trataré también de ver mis
buenas decisiones. Tendré puesta la mirada vigilante sobre el progreso general
en mi vida.

Comentarios
Publicar un comentario