Meditaciones 17 de noviembre
17 de noviembre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
La omnipotencia implica creer que sólo tú posees todas las respuestas. Abandonarla implica volverse deseosa de quedarse tranquila, abrirse a los demás y aguardar la guía para ti misma.
Buena voluntad y receptividad
De la misma manera, aprendemos que descubrir la voluntad
de Dios a menudo es solo cuestión de estar presentes. Cuando salimos en busca
de la vida con buena voluntad y receptividad, las cosas buenas tienden a
aparecer solas. No tenemos que buscar demasiado para encontrarlas. «Limítate a
apoyar los pies en el suelo cuando te levantes por la mañana —sugirió un
padrino—. Ve a la ducha y lávate. Acude a tus citas y cumple con tus
compromisos. Cuando te choques con una pared, gira a la izquierda y busca una salida.»
Aprendemos a escuchar nuestra conciencia, esa vocecilla tranquila que tenemos
dentro y nos dice si estamos yendo en la dirección correcta. La salida suele
estar donde menos nos la esperamos y nos lleva hacia un camino, una oportunidad
o un milagro que no buscábamos en absoluto.
Vivir
limpio
17 de noviembre
Meditaciones para mujeres que hacen demasiado,
Anne Wilson Schaef
Conciencia de sí misma
Existe un periodo de la vida en el que nos
tragamos un conocimiento de nosotras mismas, y después se vuelve dulce o amargo
por dentro.
Pearl Bailey
El autoconocimiento siempre es algo bueno.
Nadie puede conocernos tan bien como nos conocemos nosotras mismas. Es en la
conciencia de nosotras mismas en donde reside nuestra fuerza. Y la conciencia
de cada aspecto de nosotras nos permite convertirnos en lo que somos. Con
frecuencia, el rechazo de diversos aspectos de nosotras nos estanca. Algunas
vemos con presteza estos aspectos de nuestra personalidad que consideramos
negativos, y ya estamos igualmente prestas a castigarnos por ellos. Otras vamos
al otro extremo y endulzamos nuestras percepciones, responsabilizando a
cualquier persona o situación fuera de nosotras de lo que hemos llegado a ser.
Ninguno de los dos enfoques es útil ni ayuda a evolucionar.
Pertenecemos a nosotras mismas es probablemente
la más rica mina de oro que nunca hayamos podido poseer.
17 de noviembre, Meditación Diaria para
Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Creo que la felicidad es como el efecto que
ejerces en el público cuando actúas, pues es imposible lograrlo si piensas todo
el tiempo en él; debes dejarte absorber para tu papel y tus propósitos, y
permitir que el efecto sea el criterio de tu éxito.
Joanna Field
La felicidad es un don que nos acompañará toda
la vida si afrontamos cada situación con gratitud, sabiendo que lo que se nos
ofrece está diseñado especialmente para nuestras necesidades particulares. Las
experiencias que enfrentamos día a día perfeccionan nuestro Espíritu y liman
nuestras asperezas. Debemos dar gracias por ellas. Nuestro bienestar es el don.
Decidir lo que nos hará felices o, de hecho, lo que debemos tener para ser
felices, nos priva del inesperado placer de los hechos “fortuitos” del momento.
Cuando buscamos intencionalmente aquello que creemos necesitar, quizás cerremos
los ojos ante las oportunidades benéficas que Dios ha elegido para nosotras. Nuestro
egocentrismo dificulta hasta nuestra respiración, nos hace albergar prejuicios
con respecto a cualquier encuentro y sofoca nuestro potencial creativo. Pero,
sobre todo, nos aleja de la oportunidad de reaccionar espontáneamente ante el
momento, la espontaneidad es suelo fértil para una vida creativa. Y la
felicidad es un producto de ésta.
En todo momento, la felicidad es mi decisión.
17 de noviembre, El lenguaje del adiós de
Melody Beattie
Pena y acción
Confía en Dios y haz algo.
Mary Lyon
Es importante que nos permitamos experimentar
la pena como un pasaje entre el ayer y el mañana. Pero no tenemos por qué
dejarnos controlar indebidamente por nuestra pena o nuestro dolor. Hay épocas
en las que hemos experimentado pena, en que nos hemos sometido a la pesadez, al
cansancio y a lo fastidioso de una circunstancia por un tiempo suficiente. Ya
es tiempo de romper con eso. Ya es tiempo de emprender una acción. Nosotros
sabremos cuando sea tiempo de romper con la rutina de experimentar la pena.
Habrá señales dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Nos cansaremos de la
pesadez. Se nos ocurrirá una idea; se nos presentará una oportunidad. Podremos
pensar: no. Es demasiado esfuerzo... Hazlo de todos modos. Prueba algo. Busca
algo. Estírate. Haz algo desusado, algo diferente, algo especial. Una nueva
actividad puede ayudar a disparar el proceso de transformación. ¡Quédate
despierto dos horas más de lo acostumbrado! Haz una cita para hacer algo por ti
mismo que sea diferente a lo que normalmente haces. Visita a alguien que no
hayas visto desde hace años. Haz algo que aliente y ayude a la nueva energía a
que venga hacia ti. Podemos no sentir ganas de romper con la pena. Podrá
parecernos más seguro, más fácil, permanecer en nuestro capullo. Empieza a
tratar de romperlo de todas maneras. Prueba las paredes de tu capullo.
Empújalas. Empújalas un poco más. Puede ser tiempo ya de salir.
Hoy confiaré en Dios y en mi proceso, pero
también tomaré acción para ayudarme a sentirme mejor.

Comentarios
Publicar un comentario