Meditaciones 23 de noviembre
23 de noviembre,
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Cuando dejas de poner la culpa en los demás y asumes la responsabilidad de tus propias acciones, te vuelves libre para encarar toda clase de posibilidades que te eran inaccesibles cuando te considerabas víctima de los otros. Esto te prepara para comenzar a cambiar aquellas cosas que no son buenas para ti, o ya no te satisfacen ni te colman…para dejar atrás todo lo pasado y encarar nuevos caminos y proyectos.
Juzgar
Ser perfectos e inmunes puede
parecer muy atractivo, pero eso no existe en la experiencia humana. Hemos de
salir al ruedo, sea del tipo que sea —una relación nueva, una reunión
importante, nuestro proceso creativo o una conversación familiar delicada—, con
el valor y la voluntad de implicarnos. En vez de sentarnos en el banquillo y dedicarnos
a juzgar y a dar consejos, hemos de atrevernos a dar la cara y a dejarnos ver.
Esto es vulnerabilidad. Esto es atreverse a arriesgarse.
Brené Brown
El poder de ser vulnerable
23 de noviembre
Meditaciones de Mujeres que hacen demasiado. Anne
Wilson Schaef
Darle la vuelta
Tengo que tomar un
respiro emocional, dar un paso atrás, y recordarme a mí misma quien estar
realmente a cargo de mi vida.
Judith M. Knowlton
¿Cuántas veces queremos
detenernos, darnos la vuelta y gritar enfadadas: “Quién es la persona que está
a cargo de todo esto?” Hemos intentado responsabilizarnos de nuestras vidas y
nos hemos dado cuenta una y otra vez de que el ser que está a cargo de ellas no
funciona en absoluto. Entonces…si no somos nosotras, ¿quién es? Parece
demasiado nebuloso para una mujer práctica y profesional dar un paso atrás y
poner su vida en manos de algún vago poder que pudiera existir por ahí afuera.
¿No es eso una religión para personas delicadas? ¿NO son las personas que
quieren depender de un poder más grande que ellas, personas dependientes y que
no quieren tomar la responsabilidad de ellas mismas? Tal vez, cuando nos
aferramos al poder o lo abandonamos, perdemos el punto justo. La vida es un
proceso de cooperación con las fuerzas de nuestras vidas y de práctica de esta
colaboración.
Somos responsables
juntas. No como controladoras…sino como procesos vivos.
23 de noviembre,
Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
Cuando
das amor verdadero, recibes amor verdadero.
Florence Sacovel Shinn
El
amor verdadero es desinteresado. No espera nada a cambio. No está condicionado.
No mantiene un registro. Se da con muy poca frecuencia. Muchas de nosotras
ingresamos al programa sintiéndonos lastimadas, carentes de amor, buscándolo
desesperadamente, incapaces de amar en forma desinteresada. Pero estamos
aprendiendo. Todas nosotras escalamos la misma montaña. Nuestro camino
particular se cruzará con los de muchas otras personas antes de llegar a la
cima, donde encontraremos la iluminación plena. Y todo camino que crucemos
contribuye de manera especial a nuestro propio progreso. Demos gracias por
todos los caminos que cruzamos sin importar lo adversos que pudiesen parecernos
en su momento. Ofrezcamos amor verdadero a nuestras compañeras de viaje y, al
hacerlo, nuestro propio trayecto se beneficiará. Nuestro deseo de ser amadas no
tiene por qué avergonzarnos, ni tampoco el hecho de que hubiésemos rogados por
él. Pero debemos comprender que sólo podremos obtener el tipo de amor que
pretendemos alcanzar si dejamos de buscarlo y nos limitamos a ofrecerlo a todas
las personas que nos rodean.
Miraré los corazones de todas las personas con las que hoy me
relacione y le daré mi amor. Recibiré lo que doy.
23 de
noviembre,
El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Sexualidad sana
Muchas
áreas de nuestra vida necesitan curación. Una parte importante de nuestra vida
es nuestra sexualidad. Nuestros sentimientos y creencias acerca de nuestra
sexualidad, nuestra capacidad para fomentar, para apreciar y para disfrutar
nuestra sexualidad, nuestra capacidad para respetarnos a nosotros mismos
sexualmente, nuestra capacidad para dejar ir la vergüenza y la confusión en
cuanto al sexo, todo ello puede estar deteriorado o confuso por nuestra
codependencia. Nuestra energía sexual puede estar bloqueada. O, para algunos de
nosotros, el sexo puede ser la única forma como aprendimos a conectarnos con la
gente. Nuestra sexualidad puede no estar conectada al resto de nosotros; el
sexo puede no estar conectado al amor, por nosotros mismos o por los demás. Algunos
de nosotros sufrimos abuso sexual cuando niños o pudimos habernos involucrado
en conductas sexualmente adictivas, conductas sexuales compulsivas que se
salieron fuera de control y produjeron vergüenza. Algunos de nosotros pudimos
habernos involucrado en la codependencia sexual: no prestándole atención a lo
que queríamos, o no queríamos, sexualmente; permitiéndonos involucrarnos
sexualmente porque eso era lo que la otra persona quería; cerrando nuestra sexualidad
junto con nuestros demás sentimientos; negándonos a nosotros mismos disfrutar
sanamente como seres sexuales. Nuestra sexualidad es una parte de nosotros
mismos que merece atención y energía curativas. Es una parte de nosotros que
podemos permitir que se conecte a nuestro ser completo; es una parte de
nosotros de la que podemos dejar de sentirnos avergonzados. Está bien y es sano
permitir que se abra nuestra energía sexual y que se cure. Está conectada a
nuestra creatividad y a nuestro corazón. No tenemos por qué permitir que
nuestra energía sexual nos controle a nosotros o a nuestras relaciones. Podemos
establecer y mantener límites sanos, adecuados, acerca de nuestra sexualidad. Podemos
descubrir qué significa esto en nuestra vida. Podemos disfrutar el regalo de
ser seres humanos a quien se le ha dado el don de la energía sexual, sin abusar
de ese don ni menospreciarlo.
Hoy empezaré a integrar mi sexualidad al resto de mi personalidad.
Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos y mi vergüenza acerca de mi sexualidad.
Enséñame las cuestiones que necesito encontrar acerca de mi sexualidad. Ayúdame
a abrirme a la curación en esa área de mi vida.

Comentarios
Publicar un comentario