Meditaciones 16 de octubre
16 de octubre, La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Muchas veces, incluso mucho después de habernos separado de alguien, sentimos el deseo de saber cosas sobre él: qué está haciendo, con quién sale (si sale con alguien), etcétera. Es una ley espiritual que lo que tenemos que saber nos será revelado, sin ningún, esfuerzo de nuestra parte. Tenemos que tener la sabiduría de confiar en los tiempos y métodos que emplea el alma para efectuar esas revelaciones. Cualquier otra cosa no hace más que forzar la cuestión, lo cual forma parte de nuestra enfermedad.
Perseverancia
Si
logramos vencer nuestra resistencia, sobre todo cuando se trata de ayudar a
otros, obtenemos enormes beneficios para nuestro crecimiento espiritual. El
milagro de este programa se nos revela de forma continua por medio de nuestra
perseverancia.
—————————————————————
Hoy, voy a buscar esa cosa extra que hacer y a tener fe en que voy a dar un
nuevo impulso a mi recuperación. Sienta o no ese afán de renovación, volveré a
hacerlo mañana, y pasado también.
Un
principio para cada día
16
de octubre
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Devenir/Control
También
sé que cuando confío en mí lo más plenamente que puedo, todas las cosas de mi
vida reflejan esta confianza encajándose en su lugar adecuado, a menudo de
manera milagrosa. Hemos sido enseñadas por el sistema de control en el que
trabajamos y vivimos que tenemos que luchar, controlar y batallar para
triunfar. En consecuencia, muchas veces acabamos exhaustas y ensangrentadas a
causa de nuestros esfuerzos. Estamos convencidas de que ser simplemente
nosotras mismas no puede ser suficiente. Pero cuando llegamos a conocer a otras
mujeres que están más avanzadas en su camino de recuperación, vemos que parecen
llevarlo muy bien, siendo ellas y confiando en sí mismas. Sus vidas parecen
desarrollarse con armonía.
El
desarrollo armónico de mi vida no es una cuestión de competencia y control. Es
una cuestión de fe.
16
de octubre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
La
historia nos da abundantes ejemplos de mujeres cuyo mayor don consistió en
recobrar, inspirar, liberar y alimentar los dones de otros.
Sonya
Rudikoff
Parte
de nuestra vocación como miembros de la comunidad humana consiste en amar y
apoyar incondicionalmente a las personas emocionalmente cercanas a nosotras.
Hemos sido reunidas con un propósito maravilloso, pero que casi nunca es
evidente. Para poder aportar nuestras partes individuales al todo necesitamos
los dones, la compasión y la inspiración de los demás. No sólo debemos
alimentar e inspirar a los otros, sino que nuestro desarrollo personal, en sus
aspectos emocional y espiritual, nos exige honrarnos de manera similar. Antes
de poder dar algo de valor duradero a otra persona debemos amarnos y aceptarnos
plenamente a nosotras mismas. Si pretendemos que nuestro amor y nuestro apoyo
sean útiles para los demás, debemos dárselos en forma desinteresada. Y el hecho
de dar generosamente es una prueba de que nos amamos a nosotras mismas. El amor
desinteresado libera a quien lo da y a quien lo recibe. Dar de este modo
refleja nuestra felicidad personal y nos indica que tenemos libertad para
enriquecer nuestros propios dones.
Dedicaré
el día de hoy a motivar a alguien. Manifestaré el mismo respeto hacia mí misma.
16
de octubre, El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Seamos
honestos con nosotros mismos
Nuestra
relación con nosotros mismos es la relación más importante que necesitamos
mantener. La calidad de esa relación determinará la calidad de nuestras otras
relaciones. Cuando podamos decirnos a nosotros mismos cómo nos sentimos y
podamos aceptar nuestros sentimientos, podremos decírselo a los demás. Cuando
podamos aceptar lo que queremos y necesitamos, estaremos listos para que se
satisfagan nuestros deseos y necesidades. Cuando podamos aceptar lo que
pensamos y en lo que creemos y lo que para nosotros es importante, podremos
comunicárselo a los demás. Cuando aprendamos a tomarnos en serio a nosotros
mismos, los otros también lo harán. Cuando aprendamos a reírnos acerca de
nosotros mismos, estaremos listos para reír con los demás. Cuando hayamos
aprendido a confiar en nosotros mismos, seremos dignos de confianza y estaremos
listos para confiar. Cuando podamos sentir gratitud por lo que somos, habremos
conseguido amarnos a nosotros mismos. Cuando hayamos logrado ese amor propio y
aceptado nuestros deseos y necesidades, estaremos listos para dar y recibir
amor. Cuando hayamos aprendido a pararnos sobre nuestros pies, estaremos listos
para pararnos al lado del alguien.
Hoy
me concentraré en tener una buena relación conmigo mismo
Comentarios
Publicar un comentario