Meditaciones 15 de octubre
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15 de octubre,
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Cuando lees un libro de autoayuda y subrayas todos los pasajes que crees que lo ayudarán a él, estás amando demasiado.
Adelante la generosidad, fuera el miedo
La generosidad es un antídoto contra el miedo; y
cuando damos desinteresadamente, nos embarga la emoción.
Los principios que nos guían, Séptima Tradición,
reflexión final
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Hoy estoy dispuesto a centrarme en dar como forma de salir del miedo y el
egocentrismo. Dejaré que el espíritu de generosidad me llene el corazón y
compartiré amor y gratitud con otro adicto.
Un principio para cada día
15
de octubre
Meditaciones
para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Belleza
Porque
la mejor manera de conocer la verdad o la belleza es intentar expresarla. ¿Y
cuál es el propósito de la vida en todas partes sino descubrir la verdad y la
belleza y expresarlas, por ejemplo, compartiéndolas con los demás?
Brenda
Ueland
Si
el propósito de la existencia es descubrir la verdad y la belleza y compartir
nuestro descubrimiento con los demás, algunas de nosotras hemos debido estar
caminando por un sendero equivocado. En nuestra necesidad de lograr cosas y de
salir adelante nos hemos vuelto tacañas. Como adictas, creemos que existe una
cantidad limitada de poder y de éxito, y que, si damos algo, tendremos menos.
Así, desarrollamos el curioso defecto de carácter de la tacañería. Hemos
empezado a pensar que, si compartimos las ideas o la conciencia, los demás van
a robárnoslas. Censuramos y atascamos nuestro conocimiento, y le ponemos
derechos de autor, y de esta manera... salimos perdiendo.
Las
grandes ideas pertenecen a todo el mundo. Sólo las pequeñas han de ser
escatimadas.
15
de octubre,
Meditación
Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
El
carácter contribuye a la belleza y va fortaleciendo a la mujer a medida que su
juventud se desvanece.
Jacqueline
Bisset
Qué
común es preocuparnos excesivamente de nuestra apariencia. Nuestra cultura hace
énfasis en ella a través de la familia, los amigos y los medios de
comunicación. En el pasado, muchas de nosotras nos angustiábamos debido a
nuestra apariencia, e incluso ahora algunas sufrimos al ver cómo se marchita
nuestra juventud. Quizás sea el momento de observar a las mujeres a quienes
admiramos por sus logros. Debemos emularlas, honrarlas y celebrar su belleza
particular, una belleza generalmente enriquecida por la dignidad, la
perseverancia y la valentía. Debemos cultivar nuestros intereses, pues ellos
contribuirán a nuestros logros, que a su vez darán más profundidad a nuestra
alma, lugar donde radica la verdadera belleza. Las personas maduras que
reconocen esta belleza real son las que debemos atraer a nuestras vidas. ¡Qué
efímera es una cara bonita! Y qué veleidosa es la persona incapaz de ver más
allá. La juventud y su belleza son efímeras. No así la belleza de carácter en
evolución, que se fortalece con el tiempo. El programa hace que el desarrollo
de nuestro carácter no sólo sea posible, sino también sencillo. Todos y cada
uno de los Doce Pasos nos ofrecen la oportunidad de responsabilizarnos de
nuestra vida en este mismo momento.
Recordaré
que lo que realmente cuenta en la vida de los demás es lo que es internamente.
15
de octubre,
El
lenguaje del adiós de Melody Beattie
Deja
ir el caos
Nada
bueno resulta del desasosiego. La inquietud, el miedo, la ira o la tristeza
pueden motivarnos. A veces, estos sentimientos tienen la intención de
obligarnos a la acción, pero nuestro mejor trabajo surge una vez que éstos han
sido remplazados por la paz. No terminaremos nuestra tarea más pronto, ni
mejor, desempeñándola con una sensación de urgencia, miedo, ira o tristeza.
Deja ir la inquietud. Deja que la paz llene el hueco. No tenemos que renunciar
a nuestro Poder, al poder personal que Dios nos ha dado –o a nuestra paz- para
llevar a cabo el trabajo que se nos ha llamado a hacer hoy. Se nos dará todo el
poder que necesitemos para hacer lo que tengamos que hacer, cuando sea el
tiempo de hacerlo. Deja que primero venga la paz. Después procede. La tarea se
hará de manera natural y a tiempo.
Hoy
primero me pondré en paz y dejaré que mi trabajo y mi vida surjan de esa base.
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