30 de Mayo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo


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Desacreditar
Para desacreditar a alguien públicamente, basta con introducir una duda en la cabeza de los demás: «No crees que...». Con un discurso falso, compuesto de insinuaciones y de asuntos silenciados, el perverso pone en circulación un malentendido que puede explotar en beneficio propio.
Para hundir al otro, lo ridiculiza, lo humilla y lo cubre de sarcasmos hasta que pierde su confianza en sí mismo. Le pone un mote ridículo y aprovecha su enfermedad o su decaimiento para burlarse de él. También utiliza la calumnia, la mentira y las insinuaciones malintencionadas. Lo arregla todo de modo que la víctima se dé cuenta pero, aun así, no pueda defenderse.
Estas maniobras provienen de compañeros envidiosos que consideran que la manera más fácil de salir de una situación embarazosa es hacer recaer la culpa sobre otra persona, o las encontramos en directivos que creen que la crítica incesante y la humillación motivan a sus asalariados.
Cuando la víctima no puede más, y se exaspera o se deprime, su misma reacción se convierte en un justificante del acoso: «¡No me sorprende nada; esta persona está loca!».
El acoso moral, El maltrato psicológico, Marie-France Hirigoyen


30 de Mayo, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
En situaciones de ansiedad, muchas mujeres se sientes incapaces de actuar. Sienten que no pueden reaccionar de un modo efectivo o incluso que no pueden reaccionar en absoluto.
Stanlee Phelps y Nancy Austin
Sentirnos incapaces de actuar es humillante, embarazoso, y puede crear hábito. Quizás nuestra inercia se deba a la necesidad de actuar “correctamente” y a nuestro miedo al fracaso. Por desgracia, ese temor a actuar se refuerza a sí mismo. La única manera de romper el círculo vicioso es actuar, correcta o incorrectamente. La sorpresa que nos aguarda es que ninguna acción que emprendamos no sólo de la acción misma, sino también de sus consecuencias.
La respuesta que ejercemos ante la vida por medio de la acción nos gratificará, nos enriquecerá y nos hará temer menos a la siguiente situación que nos exija una respuesta.
Las oportunidades de actuar son como un trampolín para la madurez emocional. Cuanto más actuamos, más capaces de actuar nos volvemos, Y de esta forma adquirimos un nuevo hábito.
Actuar, incluso en los casos en que tema que mi acción es incorrecta, me ayuda a crecer. Sin crecimiento no hay vida. ¡Hoy viviré!

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