Décimo Paso
Décimo Paso
Continuamos
haciendo nuestro inventario personal
y cuando
nos equivocabamos lo admitiamos inmediatamente
Ahora
estoy aprendiendo a aceptar y dar disculpas, luego a soltar las cosas. También
comprendo que esto siempre, siempre significa manejar sentimientos, mis
sentimientos, y aceptar la realidad.
Estoy aprendiendo que mis sentimientos son una parte importante de la
realidad.
Durante
años, cuando me sentía lastimada o enojada, corría a Dios y pedía a Dios que me
perdonara. Me sentía avergonzada y
arrepentida por estar enojada, por sentirme lastimada, por sentir. "Padre,
perdóname, porque he pecado," era mi lema cada vez que tenía cualquier
tipo de sentimiento desagradable hacia otro.
Me veía a mí misma y mis sentimientos como algo afuera de y ajeno a mi
Poder Superior.
Luego
me sentía confundida y culpable cuando los sentimientos no desaparecían. Cuando el comportamiento de la otra persona
continuaba, también lo hacían mis sentimientos.
Me
tardé mucho (y aún estoy aprendiendo esta lección) en darme cuenta de que mis
sentimientos muchas veces son la forma en que mi Poder Superior me habla y
trata de llamarme la atención hacia una lección que necesito aprender. Puede ser una lección acerca de poner
límites, poseer mi propio poder, o aprender algo acerca de mí misma y mis
relaciones. Mis sentimientos no son
incidentales. Son una parte importante
de mí misma, mi vida, y son a lo que debo estar prestando atención.
Por
lo menos, debo sentirlos plenamente antes de pasar a otra cosa. La vida, y mi
Poder Superior, con frecuencia me atiborrarán con circunstancias similares,
diseñados a provocar cierta emoción.
Antes pensaba que no sentir esa emoción era lo que se esperaba de mí.
Ahora, estoy aprendiendo a rendirme con mayor facilidad y dignidad ante la
emoción como una parte necesaria e importante de la experiencia.
Décimo Paso de CoDA
Anne Julie Aubry
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