Noveno Paso


Noveno Paso
Enmendamos directamente el daño causado a aquellas personas siempre que nos fuera posible, 
excepto cuando el hacerlo perjudicaría a ellos o a otros
            Toda la recuperación, todo por lo que estamos pasando, tiene que ver con hacer una reparación a nosotros mismos.  Darnos permiso de tener nuestros sentimientos es una reparación.  Darnos permiso de estar vivos y ser felices es una reparación.  Cuidar de nosotros mismos en una forma benévola, compasiva, y amorosa es una reparación.
Aprender a poner límites, ser directo, y dejar de autoderrotarnos y victimizarnos es una reparación.  Aprender a ya no dejar que otros nos maltraten y controlen es una reparación.  Aprender a dejar de exigirnos perfección, a poseer nuestro propio poder, y a ser quienes somos es una reparación a nosotros mismos.
Aprender a escucharnos y confiar en nosotros mismos es una reparación importante.  Aprender a confiar en nuestros instintos y valorar nuestros sentimientos y necesidades es una reparación.
Tal vez tengamos muchas reparaciones que debemos hacer al niño asustado, maltratado, o abandonado que está dentro de nosotros, reparaciones por ser tan críticos, negligentes, y por avergonzarlo tanto.  Nos debemos una disculpa y un cambio de comportamiento por no habernos permitido recibir el amor y el cuidado que necesitábamos, especialmente de parte de nosotros mismos.
Nos debemos una disculpa y un cambio de actitud por algunas de las ideas terribles que hemos tenido y creído acerca de nosotros mismos obsesivamente.  Que no éramos dignos de amor, no éramos suficientemente buenos, que no podemos pensar, que no merecemos el éxito, que no merecemos divertirnos, o no merecemos recuperarnos son creencias falsas que hemos asumido, creencias que requieren corregirse como parte de este programa de hacer reparaciones a nosotros mismos.
Este es el Paso en el que nos disculpamos con nosotros mismos y con otros, pero hacemos más que eso.  Abiertamente reconocemos y asumimos la responsabilidad de nuestros comportamientos hacia nosotros mismos y hacia otros.  Este Paso nos da permiso de ser quienes somos ahora y de ser quienes alguna vez fuimos.  Nos da permiso de perdonarnos a nosotros mismos y de sentirnos bien acerca de quienes somos, sin importar lo que hayamos hecho.
Debemos tener sentido común y tacto, ser considerados y humildes, sin ser serviles o rastreros. Como criaturas de Dios nos paramos en nuestros propios pies; no nos arrastramos ante nadie. Si nos esmeramos en esta fase de nuestro desarrollo, nos sorprenderemos de los resultados antes de llegar a la mitad del camino. Vamos a conocer una libertad y una felicidad nuevas. No nos lamentaremos por el pasado ni desearemos cerrar la puerta que nos lleva a él. Comprenderemos el significado de la palabra serenidad y conoceremos la paz.  Sin importar lo bajo que hayamos llegado, percibiremos cómo nuestra experiencia puede beneficiar a otros. Desaparecerá ese sentimiento de inutilidad y lástima de nosotros mismos.  Perderemos el interés en cosas egoístas y nos interesaremos en nuestros compañeros. Se desvanecerá la ambición personal. Nuestra actitud y nuestro punto de vista sobre la vida cambiarán. Se nos quitará el miedo a la gente y a la inseguridad económica. Intuitivamente sabremos manejar situaciones que antes nos desesperaban.De pronto comprenderemos que Dios está haciendo por nosotros lo que por nosotros mismos no podíamos hacer.

Noveno Paso de CoDA


  


Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre