Noveno Paso
Noveno Paso
Enmendamos directamente el daño causado a aquellas
personas siempre que nos fuera posible,
excepto cuando el hacerlo perjudicaría a ellos o a otros
Con frecuencia, entre más breve la reparación,
mejor. Entre más limpia y clara,
mejor. Entre más directa, mejor. Entre más sale del corazón, mejor. Entre más siga una Guía Divina, mejor.
Una vez que hacemos una reparación, la otra
persona no es responsable de quitar nuestro residuo de temor, culpa, o
vergüenza. Es nuestra tarea olvidar el
incidente, no la de ellos. Por otra
parte, no somos responsables de los sentimientos de la otra persona respecto al
incidente. Ese no es nuestra tarea. Nuestra parte es hacer una reparación
directa, y luego trabajar con lo que haga falta con nosotros mismos para
terminar con nuestra vergüenza y culpa.
Podemos perdonarnos a nosotros mismos y terminar
con el incidente.
Podemos ser benévolos con nosotros mismos.
Después de dar este Paso, podemos dar por
terminado el asunto y soltarlo. Si este
proceso implica cambiar nuestro comportamiento, no necesitamos castigarnos,
sintiendonos culpables hasta terminar de cambiar completa o
"perfectamente." Podemos
identificar lo que hemos hecho, hacer una reparación, y terminar con nuestra
culpa.
Si después de hacer una reparación, la otra
persona no está dispuesta a soltar el asunto, o si la otra persona quiere que
suframos el problema con ella un tiempo, ese es su asunto. No tenemos que reaccionar (ni hacer algo que
pudiera requerir de otra reparación), y no tenemos que estancarnos en el
asunto.
Tampoco tenemos que disculparnos cuando no hemos
hecho nada malo. Por muchas razones,
quizá tengamos el hábito de pedir disculpas cuando no es necesario. Un sentimiento de vergüenza puede llevarnos a
pedir disculpas por estar vivos, por estar aquí, y por ser quienes somos.
Algunos de nosotros podemos sentir que somos un estorbo y pedir disculpas por
casi todas las interacciones que tenemos.
Este no es el propósito de este Paso.
Noveno Paso de CoDA
Comentarios
Publicar un comentario