Libro, Cartas de las mujeres que aman demasiado , Robin Norwood
Hay un principio espiritual según el cual seguiremos topándonos con otros que representen la oportunidad de aprender nuestra lección más urgente. Cuando aprendamos a vencer el problema en nosotros mismos, nuestros “maestros” se esfumarán.
Con mucha frecuencia, quienes asesoran a las mujeres golpeadas se ven atraídos a ese trabajo debido a su propia ira no resuelta y, a menudo, no reconocida, hacia los demás, especialmente hacia los hombres. En ese caso, no podrán guiar a sus pacientes hacia lo que debería ser el objetivo de su trabajo en conjunto: la curación de esa ira y un verdadero distanciamiento de la situación violenta (en lugar del deseo de prevalecer sobre esa situación). Para todos nosotros, pacientes y asesores por igual, el trabajo más importante siempre está en nosotros mismos.
Libro, Cartas de las mujeres que aman demasiado , Robin Norwood
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