Cartas de las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood




La dependencia para con nuestros padres que experimentamos en la niñez se convierte naturalmente en una lealtad que aumenta la dificultad para evaluar el trauma que hemos experimentado. Si los recuerdos comienzan a aflorar, tratamos de convencernos de que lo estamos imaginando todo, de que lo hemos soñado o de que estamos exagerándolo. Somos deliberadamente imprecisos y decidimos que nuestros sentimientos son infundados y que nuestras reacciones están fuera de toda proporción.

Casi siempre, el caso es todo lo contrario. Subestimamos tanto lo que ocurrió y el efecto que nos produjo que quedamos llenos de ira, vergüenza y desesperación pero no tenemos nada a lo cual atribuir nuestra angustia. Nuestra negación total e inconsciente o nuestra ocultación deliberada y consciente de nuestro pasado nos mantiene atados a su efectos en el presente.

Cartas de las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood



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