Cartas de las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood

 

♡♡♡



 

En efecto, con la excepción de los malos tratos físicos y/o la humillación emocional, la relación abusiva es la que mejor encaja en la idea que se tiene en nuestra cultura de cómo se expresa el “verdadero amor”. Los ruegos, las súplicas, las flores, las cartas, las llamadas telefónicas desesperadas, las amenazas de suicidio o asesinato o ambas cosas a menos que haya reconciliación: todos estos son componentes típicos de la relación abusiva en la etapa del noviazgo, y nuestra cultura da a estas manipulaciones un carácter romántico que indicaría un “verdadero amor”.

Para la parte maltratada de la pareja, estas actitudes resultan no sólo tranquilizadoras sino, además, profundamente halagadoras, y esta es precisamente su intención. Ahora, ella está segura de que la situación se ha invertido y de que, dado que ella es tan deseable para él y tan necesaria para su vida, tiene poder sobre él. Será capaz de dominarlo. Esa necesidad de dominarlo es, por lo general, su mayor motivo para estar en la relación pero, debido a la intensidad de su impulso y a las emociones poderosas que genera en ella, cree estar “enamorada”. Entonces, por un tiempo, él ruega y suplica, y ella lo domina y experimenta el regocijo que le proporciona el hecho de tenerlo donde desea.

Pero, tarde o temprano, la situación vuelve a invertirse. No importa cuál de los dos actúe con emoción mientras el otro reacciona con fría indiferencia: la capacidad para la intimidad emocional permanece inalterada; el impulso de manipularse y dominarse mutuamente, de ganar, no disminuye.

Cartas de las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood


Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre