Segunda Tradición
Segunda Tradición
Para el propósito de nuestro grupo sólo hay una
autoridad fundamental:
un Dios bondadoso tal como pueda manifestarse en
nuestra conciencia de grupo.
Nuestros líderes no son más que servidores de
confianza; no gobiernan.
Para mí, el aspecto que más me ayudó
a comprender la Segunda Tradición fue la definición de «conciencia». Puedo
definir mi conciencia como el conocimiento de mi conducta y sus efectos sobre
los demás y sobre mí. Cuando me comporto de manera opuesta a mis valores,
experimento una «conciencia culpable» y siento desunión con los demás y conmigo
misma, una especie de lejanía de mi Poder Superior. Por otro lado, cuando actúo
de acuerdo con mis creencias y aplico los principios espirituales, me siento en
armonía y en contacto conmigo misma y con los demás. Es una perspectiva que
puedo aplicar a todos los aspectos de mi vida, no sólo al relacionado con el
trabajo de servicio en NA.
NA Way
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