Cómo romper con su adicción a una persona, HOWARD M. HALPERN
ADICCIÓN
A UNA PERSONA
El
tercer indicio de una adicción es el síndrome de abstinencia. A pesar de lo
malo que es el pánico a contemplar o dirigirse hacia una posible ruptura, éste
no se puede comparar con la desesperación cuando la ruptura se produce
realmente. Una persona que acaba de terminar una relación adictiva puede sufrir
una agonía mayor que los adictos a las drogas, los fumadores y los alcohólicos
puedan sufrir cuando tienen el mono y, en muchas formas, la reacción es
similar. Con frecuencia, por ejemplo, hay dolor físico (el pecho, el estómago y
el abdomen son especialmente reactivos), lloros, desarreglos en el sueño (hay
personas que no pueden dormir y otros que duermen demasiado), irritabilidad,
depresión y el sentimiento de que no hay ningún sitio adonde ir y que no hay
ninguna forma de terminar con la sensación desagradable excepto volviendo a la
antigua sustancia (persona). El deseo puede hacerse tan intenso que, a menudo,
derrota las mejores intenciones del sufridor y le conduce de nuevo al origen de
su adicción.
El
cuarto indicio de una adicción es que, después de un período de luto,
normalmente hay un sentimiento de liberación, triunfo y logro. Esto se
diferencia del lento y triste proceso de aceptación y curación que sigue a una
pérdida no adictiva.
Debajo
de estas reacciones, la similitud esencial entre los adictos, ya sea su
adicción a una sustancia o a una persona, es un sentimiento de estar
incompleto, de vacío, desesperación, tristeza y de sentirse perdido, que la
persona cree que sólo puede remediar a través de su conexión con algo o alguien
fuera de sí mismo. Dicho algo o alguien se convierte en el centro de su
existencia y la persona está dispuesta a hacerse mucho daño para mantener su
conexión con ella intacta.
Cómo romper con su adicción a una persona, HOWARD M. HALPERN
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