23 de Junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo
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Amar con conciencia
Amar no es mirarse el uno al
otro; es mirar juntos en la misma dirección (Antoine de Saint-Exupéry)
Conocer el estilo afectivo propio es
fundamental. Primero para poder identificar las dificultades que tenemos en el
marco de las relaciones y que no dependen sólo de con quién nos juntamos, para
tomar responsabilidad sobre ello. Pero también significa aprender a vivir de
acuerdo con el estilo afectivo que queramos desarrollar en la vida. No todo el
mundo tiene que pasar por la vicaría, ni tiene que tener una familia, ni es un
discapacitado emocional por no convivir en pareja. Lo importante es
responsabilizarse de las elecciones que hacemos en cada momento, con integridad
y sin dañar a los demás.
Arrastramos aún la necesidad de crear
marcos en los que encajar nuestra existencia. Son útiles, ya que así sabemos
cómo actuar y dónde están los límites. Pero también nos quitan flexibilidad, no
nos permiten, como la vida misma, fluir con el presente y con los
acontecimientos, sino que nos etiquetan, normativizan y crean expectativas y
obligaciones que nos quitan autenticidad. Eso es lo que ocurre con el amor a
veces. Se dan por hecho tantas cosas que es inevitable vivir en el autoengaño.
Por eso, cuando Cupido se quita la venda de los ojos, no nos podemos creer en
lo que nos hemos convertido.
Prefiero pensar que hoy disponemos de
una conciencia diferente, la cual nos permita elaborar las relaciones día a
día, sabiendo que andamos continuamente sobre la fina cuerda de la
incertidumbre y que todo se debe ir resolviendo si hay capacidad de amarse. Y
eso empieza por asumir cómo amamos y cómo queremos ser amados.
Xavier
Guix
23 de Junio, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo
comienzo:
De cuántos problemas y
sufrimientos se libera la mujer cuando se toma la libertad de ser su propio
médico de cuerpo y alma.
Elizabeth
Cady Stanton
Si nos escuchamos a nosotras
mismas, a la voz interior de nuestro Espíritu, sabremos que tenemos el poder de
sanarnos. La autocuración comienza cuando tomamos nuestras propias decisiones
acerca de las ropas que vestimos, de lo que hacemos y de quiénes somos, y
cuando nos decidimos a ser fieles a nosotras mismas. Con la ayuda de nuestra
guía espiritual podremos resistir la tentación de traicionarnos, pues tales
tentaciones nacen del miedo a no ser lo suficientemente buenas para ser nuestro
“propio médico”.
Renunciar a nuestros poderes
nos limita y nos hace sufrir, pero podemos pedir ayuda a los demás sin perder
nuestra fuerza.
Hoy
y todos los días oraré por recibir sabiduría necesaria, elegir consejeros
sabios y fuerza para amarme y sanarme.
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