Comprendiendo el Tercer Paso
Comprendiendo el Tercer Paso:
Imagina la locura si nosotros mismos nos hiciéramos una cirugía. Al primer indicio de dolor por el bisturí, nos detendríamos. Nunca nos podríamos curar. Así de absurdo es creer que solos podemos manejar nuestra propia recuperación. Debemos entregar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de nuestro Poder Superior; Él es quien conoce la extensión de nuestra enfermedad. Nuestro Poder Superior, y sólo Él, sabe lo que necesitamos para sanar, y tiene en mente los mejores propósitos para nosotros.
En el Tercer Paso decidimos darle el bisturí de nuestro programa a Dios, como nosotros lo concebimos. Decidimos entregarle el control de nuestra voluntad y de nuestra vida. Hemos admitido nuestra impotencia e inhabilidad para manejar nuestra vida. También hemos llegado a creer que Dios puede sanarnos, y ahora, decidimos entregar nuestra voluntad a nuestra vida a Su cuidado.
Imagina la locura si nosotros mismos nos hiciéramos una cirugía. Al primer indicio de dolor por el bisturí, nos detendríamos. Nunca nos podríamos curar. Así de absurdo es creer que solos podemos manejar nuestra propia recuperación. Debemos entregar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de nuestro Poder Superior; Él es quien conoce la extensión de nuestra enfermedad. Nuestro Poder Superior, y sólo Él, sabe lo que necesitamos para sanar, y tiene en mente los mejores propósitos para nosotros.
En el Tercer Paso decidimos darle el bisturí de nuestro programa a Dios, como nosotros lo concebimos. Decidimos entregarle el control de nuestra voluntad y de nuestra vida. Hemos admitido nuestra impotencia e inhabilidad para manejar nuestra vida. También hemos llegado a creer que Dios puede sanarnos, y ahora, decidimos entregar nuestra voluntad a nuestra vida a Su cuidado.
Hijos Adultos
Shirin Neshat
Comentarios
Publicar un comentario