Sin Ira
Sin
Ira
Supongamos
que el programa se encuentra expuesto a ataques públicos o es fuertemente
ridiculizada; y supongamos que en este caso, las críticas tienen poca o ninguna
justificación. La mejor defensa sería no hacer defensa de ninguna clase; es
decir, mantener un completo silencio a nivel público. Si de buenas maneras no
hacemos caso de ellos, es probable que sus ataques rápidamente cesen, Si
persisten y se ve claramente que se trata de mala información, tal vez sea
aconsejable tratar de comunicarse con ellos en forma cordial e informativa.
Pero
si la crítica es parcial o totalmente justificada, puede que lo correcto sea
reconocerlo privadamente a los críticos, dándoles nuestras gracias. Pero de
ningún modo debemos exhibir una posición airada o intenciones punitivas.
Lo
que debemos reconocer ahora es que nos alegramos mucho de algunos de nuestros
defectos. La ira farisaica puede resultarnos también muy agradable. De una
manera perversa puede causarnos satisfacción el hecho de que muchas personas
nos resultan molestas
porque
esto nos proporciona un confortable sentimiento de superioridad.
Doce
ConceptosPag. 88
Como Lo Ve Bill
Comentarios
Publicar un comentario