Tercer Paso
Tercer Paso
Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al
cuidado de Dios, tal como lo concebimos.
La
recuperación es un proceso de descubrimiento. Aprendemos sobre nosotros mismos
y cómo tratar con el mundo que nos rodea. Si somos sinceros en nuestro deseo de
dejar que nuestro Poder Superior nos cuide, comenzamos a tener una sensación de
serenidad. Notamos un cambio gradual en nuestra forma de pensar. Nuestras
actitudes e ideas se tornan más positivas. Nuestro mundo ya no está
distorsionado por la autocompasión, la negación y el resentimiento. Empezamos a
reemplazar esas viejas actitudes por la honestidad, la fe y la responsabilidad;
por consiguiente, comenzamos a ver nuestro mundo desde una perspectiva mejor.
Una integridad que emerge guía nuestra vida. Aunque cometamos errores, estamos
más dispuestos a asumir la responsabilidad sobre nuestras acciones. Aprendemos que
no tenemos que ser perfectos para vivir una vida espiritual. Cuando practicamos
el Tercer Paso con la mente y el corazón abiertos, descubrimos resultados que
sobrepasan ampliamente nuestras expectativas.
Adaptado del libro Funciona Cómo y Por qué de NA
Vonn Sumner
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