Duodécimo Paso
Duodécimo
Paso
Habiendo
obtenido un despertar espiritual, como resultado de estos pasos, tratamos de
llevar este mensaje a otras adictas a las relaciones y de practicar estos
principios en todos los aspectos de nuestra vida.
Con
frecuencia, cuando comenzamos la recuperación (y a veces, cuando ya la tenemos
avanzada) queremos compartir nuestros descubrimientos al respecto con miembros
de la familia. Queremos que ellos encuentren la misma salud, esperanza,
libertad, y buenos sentimientos que nosotros estamos descubriendo.
Queremos
compartir con ellos lo que hemos aprendido acerca del sobrecuidado, la
victimización, el controlar, manejar nuestros sentimientos, hacer nuestro
trabajo de familia-de-origen, y cuidar de nosotros mismos. Queremos compartir nuestros nuevos
descubrimientos acerca de las relaciones y cómo estamos aprendiendo a
participar de manera diferente en éstas.
Queremos hablarles de cómo ciertos comportamientos son predicablemente
autodestructivos y cómo los hemos justificado a todos sólo para aprender que
esto es algo llamado codependencia.
Queremos explicar que cuando cambiamos, nuestras relaciones con
frecuencia lo hacían también.
Queremos
contarle a la gente acerca de poner límites y ser dueños de nuestro propio poder. Queremos compartir con los que amamos todas
las ideas que nos aportan libertad y sanación.
Queremos llevarlos con nosotros en este viaje.
Tal
vez encontremos que nuestro sueño entusiasta por compartir nuestra recuperación
con nuestras familias acaba repentinamente cuando nos acercamos con nuestras
nuevas ideas. Ante su negación,
resistencia, y enojo hacia las ideas de recuperación podemos reaccionar con
dolor y confusión. Quizá nos enganchemos
en tratar de controlarlos, tratar de forzarlos a recuperarse, y sentirnos
victimizados cuando eligen no aceptarlo.
Tal vez nos preguntemos por qué no desean el maravilloso, sorprendente
regalo que hemos encontrado.
Aprendemos
a soltar esto. Aprendemos a soltarlos a
ellos. No podemos dirigir la obra de recuperación de nadie más que la
nuestra. No tiene importancia que
nuestras ideas ayudarían a Mamá o Papá, hermano o hermana, Abuela o
Abuelo. No interesa que hayamos
encontrado algunas respuestas que ellos necesitan desesperadamente y que
realmente les ayudaría a cambiar su vida para mejor.
Duodécimo
Paso de CoDA
Comentarios
Publicar un comentario