Duodécimo Paso

Duodécimo Paso
Habiendo obtenido un despertar espiritual, como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a otras adictas a las relaciones y de practicar estos principios en todos los aspectos de nuestra vida.
Nos contaron muchas historias y había millones más que contar.  Hay historias de matrimonios infelices y padres alcohólicos, de personas que no necesitan experiencias estrafalarias y dramáticas para "contagiarse."
Existen personas que han sufrido del impacto de ciertas creencias religiosas.  Existen personas que han estado en recuperación durante un tiempo y siguen luchando con su sentimiento de culpa.
Hay personas nuevas que asisten a seis juntas por semana y juran que asistirán a menos cuando tengan una vida de verdad que vivir.
Hay personas con otras adicciones (adicciones a comida, sexo, alcohol, drogas, y juego) que han descubierto la codependencia como el asunto central subyacente a sus adicciones, un asunto que necesitaron confrontar para que les  funcionaran sus recuperaciones, un asunto que necesitaron enfrentar para evitar recaídas.
Algunos fueron empujados a la recuperación por experiencias dramáticas, intensas, y fuertemente dolorosas.  Otros llegaron a la recuperación por aburrimiento, soledad, y una sensación de irritación interna.
Existen historias que son benévolas; existen historias de vidas estrafalarias convertidas en espirituales.  Existen historias que relatan cómo los asuntos relacionados con la indisponibilidad y la intimidad puede reflejarse en un noviazgo.  Hay historias de cómo los hijos (aun un hijo) pueden afectar y atormentar a una familia entera.
Duodécimo Paso de CoDA


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