Duodécimo Paso
Duodécimo
Paso
Habiendo
obtenido un despertar espiritual, como resultado de estos pasos, tratamos de
llevar este mensaje a otras adictas a las relaciones y de practicar estos
principios en todos los aspectos de nuestra vida.
Nuestra
vida comenzará a tener sentido y valor y significado. Nuestras necesidades comenzarán a cubrirse.
La
risa y la diversión serán parte de nuestra vida. Aprenderemos a ser más ligeros.
Estaremos
plenamente vivos.
En
el camino, la amargura y el arrepentimiento serán reemplazados por la gratitud.
Y,
por una vez en nuestra vida, no tenemos que hacer esto nosotros mismos. No lo hacemos solos. Es más, este programa de recuperación, este
camino que se nos abre mediante los Doce Pasos, es un proceso espiritual.
Hemos
iniciado un viaje espiritual.
Nos
descubrimos a nosotros mismos y a Dios. Luego, estamos listos para comenzar a
abrirnos a la belleza y los regalos de otras personas en nuestra vida.
Apreciaremos la validez de nuestro camino y la validez del suyo.
Aunque
hayamos comenzado nuestro viaje como consecuencia del impacto de otra persona,
nuestra recuperación nunca ha sido realmente acerca de esa otra persona. Es acerca de nosotros. Estamos aprendiendo las lecciones que
necesitamos dominar en esta vida.
Existen
diferencias entre trabajar los Doce Pasos para la recuperación de la
codependencia y trabajarlos para recuperarse de adicciones. Muchas personas están de acuerdo que en la
recuperación de adicciones, las personas necesitan una mayor, más duro enfoque
en sí mismos y sus comportamientos para poder detener el proceso adictivo y
aprender nuevos hábitos. Muchos también
concuerdan que en la codependencia, necesitamos desarrollar una actitud más
benévola hacia nosotros mismos.
Duodécimo
Paso de CoDA
Doreta lux
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