Meditaciones 15 de diciembre

 

 

15 de diciembre,

La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:

Si todo lo que hemos venido haciendo hubiese funcionado, no necesitaríamos recuperarnos.


 

Valor

El valor de la continuidad

Cuando asistimos con regularidad a las reuniones, con el tiempo la gente llega a conocernos.

Vivir limpios, Capítulo dos, «El contacto con los demás»

Limitarme a tener el trasero sobre una silla en una reunión no me mantendrá limpio ni hará que me recupere por arte de magia. ¡Pero es un punto de partida condenadamente bueno!

Un principio espiritual por día

15 diciembre

Meditación para mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef

Autoconfianza

Tener clase es tener aura de confianza que está en seguridad sin ser arrogante. Tener clase no tiene nada que ver con el dinero. Esta cualidad nunca se escapa asustada. Consiste en autodisciplina y autoconocimiento. Es la base de seguridad que llega cuando has demostrado que puedes enfrentarte a la vida. ¡Es tan relajante la autoconfianza! No hay esfuerzo o estrés cuando una tiene confianza en sí misma. Nuestra falta de autoconfianza proviene principalmente de intentar ser alguien que no somos. No es de extrañar que nos sintamos confiadas cuando estamos viviendo una mentira. Cuando nos damos cuenta de que lo mejor que tenemos que aportar a cualquier situación es ser simplemente lo que somos, nos relajamos. Las personas que no son un poco autosuficientes suelen demostrar una alarmante falta de confianza en sí mismas. Desconocen lo que pueden aportar. Todo lo que tenemos que hacer es saber lo que podemos ofrecer y aportarlo en cada situación.

Me gusta ser una mujer con clase. Sin demostraciones…sin alardes…simplemente hechos.

15 de diciembre,

El lenguaje del adiós de Melody Beattie

Sentimientos

Está bien tener sentimientos y sentirlos, todos ellos. Aunque llevemos años en recuperación, podemos seguir sintiendo que batallamos con nosotros mismos acerca de este asunto. De todas las prohibiciones con que hemos vivido, ésta es potencialmente la más perjudicial y con la que más tiempo hemos vivido. Muchos de nosotros hemos necesitado cerrar nuestra parte emocional para sobrevivir ciertas situaciones. Cerramos la parte nuestra que siente coraje, tristeza, miedo, alegría y amor. Podemos haber apagado también nuestros sentimientos sexuales y sensuales. Muchos de nosotros vivimos dentro de sistemas con gente que rehusaba tolerar nuestras emociones. Nos avergonzaban o nos regañaban por expresar sentimientos, generalmente la gente a la que se le había enseñado a reprimir los propios. Pero los tiempos han cambiado. Ahora está bien reconocer y aceptar nuestras emociones. No necesitamos permitir que nuestras emociones nos controlen; tampoco necesitamos reprimir rígidamente nuestros sentimientos. Nuestro centro emocional es una parte valiosa de nosotros. Está conectada a nuestro bienestar físico, a nuestro pensamiento y a nuestra espiritualidad. Nuestros sentimientos también están conectados a ese gran don, el instinto. Ellos nos permiten dar y recibir amor. No somos ni débiles ni deficientes por dar rienda suelta a nuestros sentimientos. Eso significa que nos estamos convirtiendo en personas sansas y completas.

Hoy, me permitiré a mí mismo reconocer y aceptar cualquier sentimiento que pase por mí. Sin vergüenza, me sintonizaré con mi parte emocional.

15 de diciembre,

Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:

La felicidad es una forma de libertad, y yo debo ser la más libre de todas las personas. Me he ganado la felicidad y esa libertad.

Angela L. Wozniak

La vida es un proceso, y estamos progresando hermosamente. Hemos dejado de abusar de nuestro cuerpo y de nuestra mente con el uso de drogas. Dedicamos diariamente un tiempo especial a buscar orientación. Trabajamos de acuerdo con los Pasos del programa y, conforme acumulamos más días de abstinencia, lo hacemos cada vez mejor. Estamos libres de nuestras conductas pasadas y podemos liberarnos también de nuestras actitudes negativas. Tomar la decisión de buscar el aspecto positivo de nuestras experiencias y amistades nos libera de muchas frustraciones y nos hace felices no sólo a nosotras, sino también a las personas a las que tratamos con amabilidad. La felicidad es consecuencia de vivir el tipo correcto de vida. Cada vez que sea necesario emprender una acción, tomémonos un momento para considerar nuestra respuesta. La que cuadre con nuestro yo interior y nos haga sentir bien será la correcta. Y la felicidad la acompañará.

La felicidad siempre está en mi poder. Mi actitud está al mando.


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