Meditaciones 2 de diciembre
❁
2 de diciembre,
La meditación para las Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood:
Para desarrollar tu espiritualidad cuentas con herramientas que te permiten sentirte bien sin que sientas la necesidad de manipular a otros para que hagan lo que tú quieras o sean como tú desees. Nadie tiene por qué cambiar para que tú te sientas mejor. Desde el momento en que accedes al alimento espiritual, tu vida y tú felicidad dependen mucho más de tu propio control que de las acciones de los demás.
Perseverancia
Practicar
el principio de perseverancia significa que debemos seguir intentando hacer las
cosas lo mejor que podamos.
Guías
para trabajar los Pasos
2
de diciembre
Meditaciones
para Mujeres que hacen demasiado, Anne Wilson Schaef
Intereses/excesivamente
multiplicada
Estoy
envuelta en tantas cosas —tanto puramente prácticas como también otras en las
que están implicados mis sentimientos y mi vida, ya sea por mi culpa o por
suerte—, que sacarlas adelante va a tomarme todas mis fuerzas.
Isak Dinesen
A
veces, las mujeres que hacemos demasiado estamos confusas entre el entusiasmo
saludable o pasión por nuestro trabajo y la adicción al mismo. La pasión se
transforma en adicción cuando se vuelve destructiva para una misma y para los
demás. La adicción al trabajo no es perseguir nuestros intereses. La adicción
no nos deja tiempo para éstos. A menudo nos multiplicamos en exceso
persiguiendo nuestros intereses y, como adictas, no sabemos cuándo parar.
Siempre acumulamos más y más objetivos. La mujer que tiene una relación sana
con sus intereses es capaz de darles el tiempo que merecen y de saborearlos.
Mi
interés añade riqueza a mi vida, pero no cuando los persigo de manera
compulsiva.
2
de diciembre,
Meditación
Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
La
mujer de edad en la que habré de convertirme será muy diferente de la mujer que
soy ahora. Otro yo está comenzando…
George
Sand
El
cambio es constante. Cada oportunidad, cada sentimiento, cada responsabilidad
con la que nos comprometemos añade algo a la riqueza de nuestra feminidad. Ya
no somos las mujeres que fuimos ayer. Nuestra nueva consciencia no ha llevado a
transcenderlas. Y no podemos regresar sin darnos cuenta de alguna manera que
esas mujeres ya no cumplen con nuestras necesidades de hoy. Podemos anticipar
los cambios que experimentamos y prever a la mujer madura en la que estamos
convirtiéndonos. Ella tendrá la sabiduría de la que nosotras carecemos. Habrá
aprendido a vivir y dejar vivir. Habrá adquirido, a través de años de
experiencia, una perspectiva que confiere sensatez a todas las situaciones. Las
lecciones que aprendemos hoy y el dolor que nos abruma una vez que más
alimentan a la mujer que está desarrollándose en nuestro interior. ¡Si al menos
pudiéramos aceptar las lecciones y dominarlas! ¡Si al menos pudiésemos confiar
en el don del cambio que acompaña al dolor!
Estoy
cambiando. Y con el cambio viene la paz. Puedo sentirla hoy. Si donde estuve
ayer.
2
de diciembre,
El lenguaje del adiós de Melody Beattie
No
pongamos nuestra vida en suspenso
No
podemos darnos el lujo de poner nuestras necesidades en suspenso, esperando a
que otra persona nos llene, que nos haga la vida más agradable o que llegue y
sea como nosotros queremos que sea. Eso crearía resentimiento, hostilidad, una
dependencia enfermiza y un lío con el que tendríamos que lidiar después. Si
hemos decidido que queremos una relación en particular o queremos esperar
acerca de tomar una decisión sobre una relación en particular, entonces debemos
seguir con nuestra vida en el ínterin.
Eso
puede ser duro. Para nosotros puede ser natural poner nuestra vida en suspenso.
Ahí es donde nos quedamos atrapados en las creencias codependientes: esa
persona puede hacerme feliz....
Necesito
que esa persona en especial haga una cosa en especial para que yo sea feliz....
Esa es una circunstancia que puede enganchar nuestra baja autoestima, nuestras
dudas acerca de nosotros mismos y nuestras tendencias a descuidarnos a nosotros
mismos. Podemos meternos en una situación de varias maneras. Podemos hacer esto
mientras esperamos una carta, mientras esperamos un empleo, mientras esperamos
a una persona, mientras esperamos un suceso. No tenemos por qué poner nuestra
vida en suspenso. Habrá repercusiones si así lo hacemos. Sigue adelante con tu
vida. Toma la vida un día a la vez. ¿Qué podría estar haciendo ahora para
cuidar de mí mismo, para hacerme sentir mejor, para satisfacer mis necesidades
de una manera apropiada, sana? ¿Cómo puedo adueñarme de mi poder para cuidar de
mí mismo, a pesar de lo que la otra persona esté o no haciendo? ¿Qué sucederá
si rompo el sistema y empiezo a cuidar de mí mismo? A veces obtenemos de
inmediato la respuesta que queremos. Otras, esperamos un poco. A veces, las
cosas no salen exactamente de la manera como esperábamos. Pero siempre se
resuelven para bien y a menudo mejor de lo que esperábamos. Y mientras tanto,
hemos manifestado nuestro amor a nosotros mismos viviendo nuestra propia vida y
quitándole el control de ella a los demás. Eso siempre nos regresa
multiplicando diez veces, porque cuando de hecho manifestamos amor por nosotros
mismos, le damos a nuestro Poder Superior, a otras personas y al universo,
permiso para enviarnos el amor que queremos y necesitamos. Dejar de vivir
nuestra vida para hacer que suceda alguna cosa no funciona. Lo único que
provoca es hacernos sentir desgraciados, porque hemos dejado de vivir nuestra
vida.
Hoy
me obligaré, si es necesario, a vivir mi propia vida. Actuaré conforme a mis
mejores intereses, de una manera que refleje amor a mí mismo. Si le he dado
poder o el control de mi vida a alguien que no sea yo mismo, y a alguien además
que a un Poder Superior a mí lo recuperaré. Empezaré a actuar conforme a mis
mejores intereses, aunque me parezca difícil hacerlo.

Comentarios
Publicar un comentario