Cuarto Paso
Cuarto Paso
“Sin miedo hicimos
un detallado inventario moral de nosotros mismos”
Al haber
practicado los primero tres pasos, hemos sentado una base sólida para nuestra
recuperación. Sin embargo, nuestra adicción
no se detiene a menos que construyamos algo sobre esta base. Mientras
trabajábamos el Tercer Paso, muchas nos preguntábamos: ¿Cómo podemos estar
seguras de que en realidad estamos poniendo nuestra voluntad y nuestra vida al
cuidado de Dios? La respuesta es sencilla: trabajamos el resto de los pasos,
comenzando por el Cuarto.
¿Para
qué practicar el Cuarto Paso? descubrimos que la sensación de malestar es algo
más sutil: un fastidioso presentimiento de que las cosas no están del todo
bien, una sensación de inminente catástrofe, o sentimientos de miedo y enojo
sin motivo aparente, muchas hacemos el Cuarto Paso por un motivo bastante
sencillo: estamos en un programa de recuperación y queremos seguir adelante. La
solución a nuestro problema es un profundo cambio de manera de pensar y de
conducta. Tenemos que cambiar la forma en que vemos al mundo y el papel que
jugamos en éste. Tenemos que cambiar de actitud. En realidad no importa si
nuestra motivación es el deseo de alejarnos de la adicción o el acercarnos a la
recuperación.
El
Cuarto Paso es un punto decisivo en nuestro viaje de recuperación. Es un
momento de profunda reflexión personal. La confusión que en una época
intentamos tapar con el autoengaño y las relaciones empieza a disminuir. Nos
embarcamos en busca de una comprensión interna de nosotras, de nuestros
sentimientos, nuestros miedos, nuestros resentimientos y de los patrones de
comportamiento que configuran nuestra vida.
Adaptado del libro Funciona Cómo y Por qué de NA
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