Octavo Paso
Octavo Paso
Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y
estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos
Algunas han llegado para demostrarme lo que no quiero. Algunas son para demostrarme lo que sí
quiero.
Nuestras relaciones, dicen muchos, son un espejo de nuestros problemas y
metas, un reflejo de nosotros mismos.
Cada una trae un regalo. Soltar
el resentimiento y la amargura es la llave que abre la puerta a ese regalo.
Podemos agradecer cada regalo.
Existe un lugar en nuestros corazones que nos pondrá en el buen camino en
relación con otros y con nosotros mismos.
Ese lugar es la disposición de reparar, la disposición de lograr la
sanación en nuestras relaciones con las personas, y la disposición de encontrar
el regalo.
Cuando lleguemos a ese lugar, cuando la idea de disposición entra a
nuestras mentes, aún antes de que llegue a nuestros corazones, ya está
comenzando a suceder. Estamos comenzando a abrirnos a la reparación, sanación,
y amor disponible para nosotros en nuestras relaciones. Estamos dispuestos a comenzar a amarnos a
nosotros mismos, y a otros, incondicionalmente.
Esta actitud no significa que nos quedemos en relaciones que han llegado a
su término. No significa que debamos
regresar a relaciones que nos hacen daño.
No significa que nos rendimos ante cualquier trato de cualquier persona
que nos hace daño. Si alguien nos trató mal, nuestra lección de esa relación fue
aprender a poseer nuestro propio poder y encontrar nuestra liberación. Lo que
hacemos en la recuperación es lo que una mujer, Beth, llama "realinearme
con mis relaciones."
Octavo Paso de
CoDA
David Drew Zingg
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