Segunda Tradición
Segunda Tradición
Para el propósito de
nuestro grupo sólo hay una autoridad fundamental:
un Dios bondadoso tal
como pueda manifestarse en nuestra conciencia de grupo.
Nuestros líderes no son
más que servidores de confianza; no gobiernan.
¿Como?
¿No hay presidente?
Cuando
se les dice que nuestra sociedad no tiene presidente con autoridad para
dirigirla, ni tesorero que pueda exigir el pago de cuotas . . . nuestros amigos
se quedan asombrados y exclaman, "Eso no puede ser así".
Doce Pasos y Doce
Tradiciones, p. 139
Cuando
por fin llegué no podía creer que
no había tesorero que pudiera "exigir el pago de cuotas". No me podía
imaginar una Comunidad que no exigiera contribuciones económicas a cambio de
servicios. Fue la primera - y hasta la fecha la única - experiencia que tuve de
recibir "algo por nada". Ya que no me sentía abusado o engañado , me era posible abordar el programa sin prejuicios y con mente
abierta. No querían nada de mí. ¿Qué tenía que perder?
Reflexiones diarias de
AA
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