ADICCIÓN A UNA PERSONA El tercer indicio de una adicción es el síndrome de abstinencia. A pesar de lo malo que es el pánico a contemplar o dirigirse hacia una posible ruptura, éste no se puede comparar con la desesperación cuando la ruptura se produce realmente. Una persona que acaba de terminar una relación adictiva puede sufrir una agonía mayor que los adictos a las drogas, los fumadores y los alcohólicos puedan sufrir cuando tienen el mono y, en muchas formas, la reacción es similar. Con frecuencia, por ejemplo, hay dolor físico (el pecho, el estómago y el abdomen son especialmente reactivos), lloros, desarreglos en el sueño (hay personas que no pueden dormir y otros que duermen demasiado), irritabilidad, depresión y el sentimiento de que no hay ningún sitio adonde ir y que no hay ninguna forma de terminar con la sensación desagradable excepto volviendo a la antigua sustancia (persona). El deseo puede hacerse tan intenso que, a menudo, derrota las mejores intenciones del suf...