Octavo Paso

Octavo Paso

"Hicimos una lista de aquellas personas a quienes habíamos hecho daño

 y estuvimos dispuestos a enmendarlo"

Si estamos enfrascados en debates con nosotros mismos, o atascados calculando el grado preciso de buena voluntad que necesitamos, podemos dejar a un lado estos pensamientos contraproducentes y tomar la decisiónconsciente de pedir buena voluntad. Es posible que estemos aún algo indecisos, pero tratamos de hacerlo lo mejor que podemos.

Nuestra recuperación está en juego. Si queremos continuar con ella, debemos hacer enmiendas.

Les pedimos a Dios que nos ayude a estar dispuestos para enmendar. Es un paso más en nuestra relación con el Dios que concebimos. En el Séptimo Paso, mejoramos la relación con nuestro Poder Superior pidiéndole que nos librase de nuestros defectos. Ahora confiamos en que ese Poder nos brinde todo lo que necesitamos para practicar el Octavo Paso. Nuestro compromiso con la recuperación incluye estar preparados a llegar tan lejos como haga falta.

Un Poder Superior está funcionando en nuestra vida y nos prepara para ser útiles a los demás. Los cambios producidos por ese Poder se manifiestan en la transformación de nuestaras actitudes y acciones. Estamos desarrollando la capacidad de escoger principios espirituales en vez de defectos de carácter, y recuperación en vez de adicción. Tenemos una nueva perspectiva de la vida y sabemos que somos responsables de lo que hacemos. Ya no sentimos remordimientos constantes por el daño que causamos. Entender que hemos herido a la gente gravemente, estar genuinamente arrepentidos por el dolor que hemos causado y estar dispuestos  a comunicarles nuestro deseo de arreglar las cosas son las llaves que nos libera de nuestro pasado. Aunque todavía nos falta hacer las paces con los demás, hemos avanzado un largo trecho para reconciliarnos con nosotrso mismos.

Con este nuevo enfoque, nuestra confianza en Dios tal como lo concebimos y nuestra buena voluntad, pasamos al Noveno Paso.

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