Quinto Paso
Admitimos ante Dios,
ante nosotras mismas y ante otro ser
humano la naturaleza exacta de nuestros males.
Nuestro
siguiente problema será descubrir a la persona en quien vayamos a confiar. Esto
lo debemos hacer con sumo cuidado, teniendo presente que la prudencia es una
virtud muy preciada. Tal vez tendremos que comunicar a esta persona algunos
hechos de nuestra vida que nadie más debe saber. Será conveniente que hablemos
con una persona experimentada, que no solo se ha mantenido sobria, sino que
también ha podido superar graves dificultades. Dificultades, tal vez, parecidas
a las nuestras. Puede suceder que esta persona será nuestro padrino, pero no es
necesario que sea así. Si has llegado a tener gran confianza en él, y su
temperamento y sus problemas se parecen a los tuyos, entonces será una buena
elección. Además, tu padrino ya tiene la ventaja de conocer algo de tu
historia.
AA
Comentarios
Publicar un comentario