Quinto Paso
Admitimos ante Dios,
ante nosotras mismas y ante otro ser
humano la naturaleza exacta de nuestros males.
El
ser más realistas y, por lo tanto, más sinceros con respecto a nosotros mismos
son los grandes beneficios de los que gozamos bajo la influencia del Quinto
Paso. Al hacer nuestro inventario, empezamos a ver cuántos problemas nos había
causado el autoengaño. Esto nos provocó una reflexión desconcertante. Si
durante toda nuestra vida nos habíamos estado engañando a nosotros mismos,
¿cómo podíamos estar seguros ahora de no seguir haciéndolo? ¿Cómo podíamos
estar seguros de haber hecho un verdadero catálogo de nuestros defectos y de
haberlos reconocido sinceramente, incluso ante nosotros mismos? Puesto que
seguíamos presas del miedo, de la autoconmiseración de los sentimientos
heridos, lo más probable era que no podríamos llegar a una justa apreciación de
nuestro estado real. Un exceso de sentimientos de culpabilidad y de
remordimientos podría conducirnos a dramatizar y exagerar nuestras deficiencias.
O la ira y el orgullo herido podrían ser la cortina de humo tras la que
ocultábamos algunos de nuestros defectos, mientras que culpábamos a otros por
ellos. También era posible que todavía estuviéramos incapacitados por muchas
debilidades, grandes y pequeñas, que ni siquiera sabíamos que tuviéramos.
AA
Comentarios
Publicar un comentario