Tercer Paso
Feliz
Navidad!!!!!!
Allá viene un
corazón
(Fulia venezolana)
Yo no sé que
tengo yo, corazón, que tengo el pecho maluco, ay! corazón, que tengo el pecho
maluco, allá viene un corazón, corazón bello que tengo el pecho maluco, allá
viene un corazón.
Será porque me
comí, corazón, las alas de un pataruco, ay! corazón, las alas de un pataruco, allá
viene un corazón, corazón bello las alas de un pataruco.
Allá viene un
corazón.
A la una canta
el guapo, corazón, y a las dos canta el cobarde, ay corazón, y a las dos canta
el cobarde, allá viene un corazón, corazón bello y a las dos canta el cobarde.
Allá viene un
corazón.
Y yo cantaré a
las tres, corazón, por haber llegado tarde, ay corazón, por haber llegado
tarde,
Allá viene un
corazón, corazón bello por haber llegado tarde.
Allá viene un
corazón.
A las orillas de
un río, corazón, y a la sombra de un laurel, ay corazón, y a la sombra de un
laurel, allá viene un corazón, corazón bello y a la sombra de un laurel.
Allá viene un
corazón.
Me acordé de ti,
bien mío, corazón, viendo las aguas correr, ay corazón, viendo las aguas
correr, allá viene un corazón, corazón bello viendo las aguas correr.
Allá viene un corazón.
(Hector Poleo)
Tercer Paso
Tomamos la
decisión de ceder nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, según
nuestro propio entendimiento de Él.
LA CLAVE ESTA EN
LA BUENA VOLUNTAD
Una
vez que se ha colocado la llave en el cerrojo y se logra abrir una mínima
parte, quedará más fácil ir abriendo poco a poco la puerta.
Doce Pasos y Doce
Tradiciones, p. 38
La
buena voluntad para entregar mi orgullo y mi obstinación a un Poder superior a
mí mismo, ha resultado ser el único ingrediente absolutamente necesario para
resolver todos mis problemas hoy. Aun la más pequeña dosis de buena voluntad,
si es sincera, es suficiente para permitir que Dios entre y se haga cargo de
cualquier problema, dolor y obsesión. Mi nivel de bienestar está en relación
directa con el grado de buena voluntad que yo posea en cualquier momento dado
para renunciar a mi obsesión y permitir que se manifieste la voluntad de Dios
en mi vida. Con la buena voluntad, mis preocupaciones y temores son
poderosamente transformados en serenidad.
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