Principios espirituales Duodécimo Paso Entrega desinteresada
Principios espirituales
Duodécimo Paso
Entrega desinteresada
La aceptación de nuestro padrino o madrina y el amor incondicional de nuestro Poder Superior hizo posible que nos juzgáramos con menos dureza. Desarrollamos un poco más de humildad al ser conscientes de la naturaleza exacta de nuestras faltas. Comenzamos a entender que la humildad y el odio hacia uno mismo son incompatibles y no pueden coexistir.
Funciona como y porque
Comentarios
Publicar un comentario