1 de Diciembre, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo
Oración del Doceavo Paso
En este momento, le agradezco a Dios por mi despertar espiritual. En este momento, elijo vivir todos los principios de este sencillo programa. Sé que la sabiduría que obra a través de mí tocará a todos aquellos que me encuentre en mi camino con el amor y la comprensión de Dios. Estoy en paz.
Cuando el corazón llora por lo que ha perdido, el Profundo sonríe por lo que ha encontrado.
Dicho Sufí.¿Nos ha dado pena esa pérdida?, ¿ha finalizado la relación con una persona amada?, ¿ha desparecido alguna cosa muy simbólica?, ¿últimamente la vida pasa monótona, sin todavía vivenciar eso que uno anhela?, ¿acaso la salud nos ha dado un “aviso”? ¿tal vez la economía flaquea?, ¿acaso han herido nuestro ego?, ¿o bien es la rabia y la impotencia acompañadas de oscuros deseos de venganza?
Si miramos hacia atrás en nuestra vida y observamos la de aquellos que nos rodean, sabremos muy bien que ésta es un rosario en el que las risas se alternan con las lágrimas. Uno también intuye que toda experiencia por dolorosa que sea, trae envuelta enseñanzas insospechadas. La evolución como rueda de molino, refina y sutiliza a las personas y a las cosas. ¿Por qué nos duele tanto la pérdida? La respuesta señala a nuestro yo que se confunde e identifica con eso que se va, generando una sensación que nos fragmenta. En realidad, somos mucho más que nuestras partes. Nuestra existencia tiene otro alcance y la capacidad de crecer internamente es ilimitada.
José María Doria
1 de Diciembre,
Meditación Diaria para Mujeres,
libro: Cada día un nuevo comienzo:
Y no es lo que tú haces, querida / sino lo que dejas de hacer / lo que le da un poco de jaqueca / cuando el sol se oculta.
Margaret Sanger
Una de las características completamente humanas
que todas compartimos consiste en esperar la perfección de nosotras mismas, en
tratar de alcanzar lo imposible en todas las tareas que realizamos. Debemos
regocijarnos por lo que hacemos bien. Cada vez que nos felicitamos por una
tarea bien hecha, nuestra confianza crece poco más. Nuestro grado de salud
emocional y espiritual, expresada en la confianza y la fe manifiesta en “el
proceso”, es la mejor manera de evaluar nuestra recuperación.
Debemos reconocer y celebrar nuestros puntos
fuertes, pues de esa forma se fortalecerán aún más. Asimismo, debemos practicar
la oración y escuchar a nuestra guía para desarrollar nuestros lazos con Dios,
pero sobre todo para ser capaces de darnos cuenta cuando la ayuda esté a
nuestra disposición. Podemos hacer lo que necesitemos con la ayuda de Dios.
El hecho de tener metas realistas para este día o
para todo el año es un signo de salud emocional, lo mismo que el de no
empantanarnos en lo que de momento no pudimos lograr. Lo que la mayoría de
nosotras necesita para pasar de su situación actual a un mejor estado emocional
es un cambio de actitud.
Para regocijarse por lo que he logrado no hay mejor momento que el presente.
Comentarios
Publicar un comentario