Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood
⌂~
Lauren Rosenbaum
Una
familia disfuncional es aquella en que los miembros juegan papeles rígidos y en
la cual la comunicación esta severamente restringida a las declaraciones que se
adecuan a estos roles. Los miembros no tienen libertad para expresar todo un
espectro de experiencias, deseos, necesidades y sentimientos, sino que deben
limitarse a jugar un papel que se adapte a los demás miembros de la familia. En
todas las familias hay papeles, pero a medida que cambian las circunstancias,
los miembros también deben cambiar y adaptarse para que la familia siga siendo
saludable. De esa manera, la clase de atención materna que necesita una
criatura de un año será sumamente inadecuada para un adolescente de trece años,
y el papel materno debe alterarse para acomodarse a la realidad. En las
familias disfuncionales, los aspectos principales de la realidad se niegan, y
los papeles permanecen rígidos.
Cuando
nadie puede hablar sobre lo que afecta a cada miembro de la familia
individualmente y a la familia como grupo – es más, cuando tales temas son
prohibidos en forma implícita (se cambia el tema) o explícita (“¡Aquí no se
habla de esas cosas!”)- aprendemos a no creer en nuestras propias percepciones
o sentimientos. Como nuestra familia niega la realidad, nosotros también
comenzamos a negarla. Y eso deteriora severamente el desarrollo de nuestras
herramientas básicas para vivir la vida y para relacionarnos con la gente y las
situaciones. Es ese deterioro básico lo que opera en las mujeres que aman
demasiado. Nos volvemos incapaces de discernir cuando alguien o algo no es
bueno para nosotras. Las situaciones y la gente normalmente que otros
normalmente evitarían por peligrosas, incómodas y perjudiciales no nos repelen,
porque no tenemos manera de evaluarlas en forma realista o autoprotectora. No
confiamos en nuestros sentimientos, ni los usamos para guiarnos. En cambio, nos
vemos arrastradas hacia los mismos peligros, intrigas, dramas y desafíos que
otras personas con antecedentes sanos y equilibrados naturalmente evitarían. Y
por medio de esa atracción nos dañamos más. Porque gran parte de aquello hacia
lo cual nos vemos atraídas es una réplica de lo que vivíamos mientras
crecíamos. Volvemos a lastimarnos una y otra vez. Mujeres que aman demasiado, Robin Norwood
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