Las Mujeres que aman demasiado
Habiendo
recibido poco afecto, usted trata de compensar indirectamente esa necesidad
insatisfecha proporcionando afecto, especialmente a hombres que aparecen, de
alguna manera necesitados.
Piense en como se comportan las criaturas, especialmente las
niñas, cuando les falta amor y la atención que quieren y necesitan.
Mientras que un varón puede enfadarse y reaccionar con una conducta destructiva
y pelear, en una niña es más frecuente que desvíe su atención hacia una muñeca
preferida. La acuna y la mima; al identificarse con ella en algún nivel, esa
niñita esta haciendo un esfuerzo indirecto para recibir el afecto y la atención
que necesita. Al llegar a adultas, las mujeres que aman demasiado hacen algo
muy similar, solo que tal vez en forma ligeramente más sutil. En general nos
convertimos en personas que proporcionamos afecto en la mayoría de las áreas de
nuestra vida, si no en todas.
Las mujeres que provienen de hogares disfuncionales (y
especialmente, las que provienen de hogares de alcohólicos)se encuentran
en gran cantidad en las profesiones asistenciales, trabajando como enfermeras,
consejeras, terapeutas y asistentes sociales. Nos vemos atraídos hacia los
necesitados, nos identificamos con compasión con su dolor y tratamos de
aliviarlos para poder disminuir el nuestro. El hecho de que los hombres que más
nos atraen sean aquellos que parecen más necesitados tiene sentido si
entendemos que la raíz de esa atracción es nuestro propio deseo de ser amadas.
Un hombre que nos atraiga no necesariamente tiene que
estar en banca rota o tener mala salud. Quizá sea incapaz de relacionarse
bien con los demás, o puede ser frío y desenamorado, obstinado o egoísta,
malhumorado o melancólico. Tal vez sea un poco rebelde o irresponsable, o incapaz
de comprometerse o de ser fiel. O quizá nos diga que nunca ha podido amar a
nadie. Según nuestros propios antecedentes, responderemos a distintas
variedades de necesidad. Pero sin duda responderemos, con la convicción de
que ese hombre necesita nuestra ayuda, nuestra compasión y nuestra
sabiduría para mejorar su vida.
Las Mujeres que aman demasiado,
Robin Norwood:
Federica Erra
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