Suelta las riendas y entrégaselas a dios
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uelta las riendas y entrégaselas a dios
Este
lema puede ser un antídoto al deseo que tenemos muchos de controlar lo
incontrolable. En vez de depender de nuestro ego u obstinación para dirigir
nuestras vidas y las vidas ajenas, aprovechamos la fortaleza, la sabiduría y la
compasión de un Poder Superior a nosotros.
En
lugar de aferrarnos,
"soltamos las riendas
y se las entregamos a dios."
A
menudo somos nuestros peores enemigos, obstaculizando la ayuda que necesitamos.
Cuando ponemos en práctica este lema, nos salimos del camino. Abandonamos el
problema, la necesidad de saber que sucederá y cuando, la obsesión con las
decisiones de otra gente, los pensamientos y las preocupaciones que derrochan
nuestro tiempo y nuestra energía, porque no podemos resolverlos solos.
Y dejamos que Dios se encargue de ellos.
Cuando
pensamos que ya no hay opciones y que nada funciona como esperamos, cuando no
sabemos que hacer y no podemos imaginar que se puede hacer, podemos: "soltar las riendas y
entregárselas a dios".
Cuando
la vida funciona sin sobresaltos y probamos nuevas ideas y acciones
estimulantes, podemos recordar Quien está a cargo de los resultados
y
"soltar las riendas y entregárselas a dios."
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