¡No le llames más!


El proceso de superación de una pérdida se conoce como “período de duelo”. Se trata de un proceso complicado en el que intervienen gran cantidad de sentimientos: aflicción, pesar, ansiedad, decepción, rabia, apatía, tristeza y desesperación.
La aflicción es un sentimiento muy doloroso, incluso angustioso, pero es absolutamente necesario para concienciarnos del dolor que causa en nosotras la reciente pérdida. Negar la existencia de ese dolor puede llevarnos a llamarle de forma compulsiva, lo cual nos impediría superar esta situación y amar a otra persona. Estamos dolidas por la pérdida de su compañía, de los momentos de amor con él, de sus caricias, de la fantasía sobre un futuro juntos, de los hijos que podríamos haber tenido con él, del placer y la felicidad que sentimos a su lado.
Puede que haya momentos en los que nos sintamos consumidas por la aflicción, temerosas de no poder recuperarnos jamás, pero si somos completamente conscientes de estos sentimientos, podremos superar el dolor y la tristeza que nos invaden. Debemos afrontarlos y conocerlos bien para que su intensidad disminuya hasta que, por fin, terminen desapareciendo. Una cosa sí debemos tener clara: no durarán para siempre.
El sufrimiento y la aflicción tienen su propio ritmo, y no podemos forzarlo. Es imposible decidir cuándo sufrir, y hemos de aceptar ese sentimiento cuando aparezca.
¡No le llames más!
No permitas que te siga haciendo daño.
Autor: Rhonda Findling



Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre