¡No le llames más!
Es muy importante que entendamos que el
hecho de contener nuestros sentimientos no significa que no debamos expresarlos
a otras personas. Un buen amigo que sepa escucharnos o un grupo de terapia
pueden resultarnos tan útiles en este sentido como un especialista. Hay mujeres
que han preferido superarlo solas. Es posible conseguirlo, pero desde luego no
es el mejor modo de hacerlo.
El principal objetivo de controlar
nuestras llamadas al hombre con el que hemos roto y exponerle nuestros
sentimientos es evitar sentirnos rechazadas, heridas o humilladas. Cada vez que
sufrimos un rechazo, se refuerza esa imagen de desesperación y antipatía contra
la que pretendemos luchar.
Incluso si ese hombre al que llamamos
responde como esperábamos, puede que nos sintamos momentáneamente aliviadas y
más cercanas a él, pero sin duda la angustia volverá, pues la relación todavía
no es definitiva, y entonces tendremos que empezar todo el proceso de nuevo,
como si el trabajo realizado hasta entonces no hubiera servido para nada.
Superar el dolor que sentimos sin
acudir a él puede parecer muy complicado, pero el hecho de conseguirlo por
nosotras mismas nos proporcionará una sensación de triunfo y de confianza en
nuestros propios recursos.
¡No
le llames más!
No
permitas que te siga haciendo daño.
Autor: Rhonda
Findling
Gabriel Pacheco
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