Séptimo Paso
Había una vez un monstruo que vivía en un lago al lado de una pequeña ciudad.......
Séptimo Paso
Humildemente le pedimos a Dios que nos quitase nuestros defectos
Ahora sé que mi increíble fuerza de voluntad no es suficiente para salvar mi vida. Mi problema no es asunto de "fuerza de voluntad" sino de dirección. Cuando yo, sin minimizarme falsamente, acepto mis verdaderas limitaciones y recurro a Dios para que me dé su orientación, entonces mis peores faltas se convierten en mis mejores ventajas. Mi fuerte voluntad, correctamente dirigida, me hace seguir trabajando hasta que las promesas del programa se convierten en mi realidad cotidiana.
Reflexiones diarias A.A
(Selçuk Demire)
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