Primer Paso


 (imagenes Andy Rementer)
Primer Paso
“Admitimos que éramos impotentes ante nuestra adicción a las relaciones, que nuestra vida se había vuelto ingobernable”
La paradoja de esta admisión es evidente cuando efectuamos el Primer Paso. Siempre que pensamos que podemos controlar nuestras conductas estaremos casi obligadas a seguir haciéndolo. En cuanto admitamos que somos impotentes, no tenemos porque volver a hacerlo. Este indulto de la condena de tener que seguir sufriendo es el regalo más grande que podemos recibir, pues nos devuelve a la vida.
Adaptado  del libro Funciona Cómo y Por qué de NA


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