Ya no seas codependiente, Melody Beattie



 

Este niño”, le dijo Alissa al consejero, “me está volviendo loca.”

Y hablaba en serio. Estaba enferma de preocupación. Algunos días se encontraba tan deprimida y

abrumada que ni siquiera podía levantarse de la cama. Alissa había intentado todo lo que se le había ocurrido

para ayudar a este hijo. Lo había puesto en tratamiento tres veces, lo había colocado en dos diferentes

hogares sustitutos, y había arrastrado a la familia entera de consejero en consejero. También probó otras

técnicas: amenazas, llanto, súplicas. Se había puesto dura y había llamado a la policía. Probó la amabilidad y

la indulgencia. Hasta llegó a actuar como si él no hubiera hechos las cosas impropias que sí había hecho.

Llego a encerrarlo. Y atravesó medio estado para traerlo de regreso a casa cuando se escapó. Aunque sus

esfuerzos no habían ayudado a su hijo, Alissa estaba obsesionada con la idea de encontrar y de hacer esa sola cosa que “pudiera hacerle ver lo erróneo de su comportamiento” y le ayudara a cambiar.

¿Por qué”, le preguntó al consejero, “me está haciendo esto a mí? ¡Está controlando y arruinando mi

vida!”

El consejero estuvo de acuerdo en que el problema del hijo de Alissa era doloroso, trastornante y que

requería se tomara una acción. Pero también dijo que el problema no tenía por qué controlar y arruinar la vida

de Alissa.

Usted no ha sido capaz de controlar a su hijo, pero puede cobrar control sobre sí misma”, le dijo.

Puede lidiar con su propia codependencia.”

Ya no seas codependiente, Melody Beattie


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre