Vivir limpios, el viaje continua.
...Algunos lo describen como un proceso de rendiciones
progresivas. Retomamos el control y lo soltamos de nuevo, pero nos
vamos dando cuenta de que cada vez podemos soltarlo un poco más y
que parte de lo que retomamos la última vez ahora podemos soltarlo
para siempre. La siguiente vez que lo analizamos, vemos que aún
seguimos aferrados a una cosa por aquí y otra por allá. «Puedo
soltar las riendas sobre esta parte de mi vida —decimos—, pero mi
trabajo es aferrarme a esta otra.» Encontrar la línea divisoria
entre responsabilidad personal y control testarudo es todo un reto.
Una compañera compartió que, para ella, «la auténtica rendición
es rendirse al hecho de que me estaré rindiendo el resto de mi
vida». Para cada uno es diferente. En realidad, para la mayoría,
las respuestas cambian a lo largo de la recuperación.
Vivir
limpios, el viaje continua.
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