Abuso emocional y ansiedad, ¿cómo se relacionan?





Algunas formas más claras de abuso emocional son, por ejemplo, las siguientes:
Amenaza de suicidio si tu pareja te deja o hace algo que no quieres que haga.
Insultos frecuentes, humillaciones y declaraciones sobre ti que son hirientes.
Control de tus comportamientos, incluida tu apariencia, a quién puedes ver y qué puedes hacer.
Amenazas o comportamientos intimidatorios.
Manipulación de comportamientos.
Otras formas mucho más sutiles de abusar emocionalmente de otras personas son las siguientes:
Los «tratamientos silenciosos», donde la persona se niega a hablar con alguien.
Negarse a practicar el sexo para obtener algo.
Bromas negativas sin ningún cumplido o intento de impulsar a una persona.
Amenazar dejar una relación (o irse de casa) tras una pelea pequeña.
No permitir al otro hablar con nadie del sexo opuesto.
Revisar el teléfono de la pareja para comprobar llamadas, mensajes, etc.
Estar frecuentemente celoso, incluso sin motivo.
Culpar a la pareja por cosas que están yendo mal a uno mismo.
Hay que tener claro que muy pocas personas pueden decir que no han abusado emocionalmente de sus parejas (de sus hijos, de sus padres o de otras personas) en alguna ocasión. Pero si estas conductas suceden con frecuencia y afectan a la forma en que tú o tu pareja pensáis, sentís o actuáis, es posible que te encuentres en una relación emocionalmente abusiva.
Abuso emocional y ansiedad, ¿cómo se relacionan? Eva Maria Rodríguez
La mente es maravillosa

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