4 de Agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo


 




La vida es demasiado corta como para correr detrás de alguien que ni siquiera camina por ti. No es necesario ir detrás cuando ya saben dónde estás, cuando conocen tu hogar y saben de tus misterios. Por eso, no busques, permite que te encuentren.
Lo cierto es que hay personas a las que no les importamos pero que, sin embargo, a nosotros sí que nos importan. En estos casos puede resultarnos difícil comprender la situación, pues el interés por los demás no habla el lenguaje del egoísmo. Pero no busques algo que no te ofrecen, tampoco lo mendigues.
Recuerda que tu número de teléfono está compuesto de los mismos dígitos y que, en realidad, no existe la falta de tiempo, sino la falta de interés. Piensa en que cuando alguien quiere o necesita de algo o de alguien es capaz de remover cielo y tierra para compartir aunque sea unos segundos.
Raquel Aldana





4 de Agosto, Meditación Diaria para Mujeres, libro: Cada día un nuevo comienzo:
El tiempo es un don precioso de Dios, tan precioso que sólo se nos da momento a momento.
Amelia Barr
¿Dónde está nuestra mente en este preciso momento? ¿Estamos totalmente concentradas en la presente meditación, o estamos divagando sobre nuestros proyectos para hoy por la tarde o quizás para mañana? La sencilla verdad es que este momento es todo lo que Dios nos ha convencido hasta ahora. Y Su designio es que vivamos plenamente cada instante, tal y como se presenta. En él se encuentra la riqueza de nuestra vida. Cada momento contribuye al diseño total que nos pertenece sólo a nosotras.
No debemos privarnos del placer potencial que encierra toda la experiencia debido a que nuestros pensamientos se encuentren en otra parte. Nunca sabemos si un determinado momento o si cierta situación son una puerta hacia nuestro futuro. Lo que sí sabemos es que, con frecuencia, a Dios le cuesta mucho trabajo atraer nuestra atención, y, para lograrlo, quizás permita que afrontemos una gran cantidad de obstáculos que nos hagan recobrar el rumbo.
Estar sintonizados con el ahora, con este momento, nos garantiza una línea de comunicación directa con Dios, así como una vida plena y sencilla. A medida que confiamos nuestros pasos a la orientación divina nuestro propósito se aclara. ¡Qué terriblemente complicada se vuelve nuestra experiencia cuando vivimos en el pasado, en el presente y en muchos momentos futuros a la vez!
Un paso, un momento, y luego el siguiente paso y su momento.
¡Cómo me libera la vida sencilla!



Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre