Libro las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood Capitulo 7. La Bella y la Bestia

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Libro las mujeres que aman demasiado, Robin Norwood
Capitulo 7. La Bella y la Bestia
La Bella Y la Bestia, al igual que todos los cuentos de hadas que han perdurado a través de los siglos de  ser contados una y otra vez, encarna una profunda verdad espiritual en el contexto de una historia irresistible.  Las verdades espirituales son muy difíciles de comprender y más difíciles aún de poner en práctica porque a menudo van en contra de los valores contemporáneos.  Por lo tanto, hay una tendencia a interpretar los cuentos de hadas en una forma que refuerce la tendencia cultural.  Al hacerlo, es fácil pasar por alto su significado más profundo.  Más adelante analizaremos la profunda lección espiritual que tiene para nosotros La Bella y la Bestia.  Pero primero debemos examinar la tendencia  cultural que este cuento de hadas parece acentuar: el hecho de que una mujer puede cambiar a un hombre si lo ama lo suficiente.
Esta creencia, tan poderosa, tan generalizada, se infiltra hasta el centro de nuestras psiquis individuales y grupales.  En nuestra forma diaria de hablar y de actuar se ve reflejada la tácita suposición cultural de que podemos cambiar a alguien, para mejor, mediante la fuerza de nuestro amor y de que, si somos mujeres, es nuestro deber hacerlo. Cuando alguien a quien queremos no actúa ni siente como nosotras desearíamos, buscamos maneras de intentar cambiar la conducta o el ánimo de esa persona, por lo general, con la bendición de otros que nos dan consejos y aliento en nuestros esfuerzos.  (“Has probado...?”).  Las sugerencias pueden ser tan contradictorias como numerosas, pero pocos amigos y parientes pueden resistirse a la tentación de hacerlas.  Todos se concentran en ayudar.  Incluso los medios  de comunicación entran en escena, no sólo reflejando este sistema de creencias sino además, con su influencia, reforzándolo y perpetuándolo mientras continúan delegando el trabajo a las mujeres.  Por ejemplo, tanto las revistas para mujeres como ciertas publicaciones de interés general siempre parecen publicar artículos del tipo “Cómo ayudar a su hombre a ser más...”, mientras que en las revistas para hombres los correspondientes artículos sobre “Cómo ayudar a su mujer a ser más ...! virtualmente no existen.
Y las mujeres compramos estas revistas y tratamos de seguir su consejo, con la esperanza de ayudar al hombre de nuestra vida a convertirse en lo que queremos y necesitamos que sea.
¿Por qué a las mujeres nos atrae tan profundamente la idea de convertir a alguien infeliz, enfermo o peor en nuestra pareja perfecta? ¿Por qué es un concepto tan atractivo, tan perdurable?
Para algunos, la repuesta parecería obvia: la ética judeo-cristiana encarna el concepto de ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros.  Nos enseñan que es nuestro deber responder con compasión y generosidad cuando alguien tiene un problema.  No juzgar sino ayudar: esa parece ser nuestra obligación moral.


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