Robin Norwood, libro Cartas de las mujeres que aman demasiado

Al haberse ocupado de una sola adicción o de un proceso de enfermedad, mucha gente trata de no ver y, mucho menos de enfrentar, la siguiente que debe encarar. Resulta irónico pero, cuanto mayor sea la recuperación que han logrado en un área, más deben esforzarse por ignorar el siguiente trabajo que necesitan enfrentar.
Para enfrentar esa Próxima Recuperación se necesita mucho coraje y humildad, en mayor medida cuanto más prolongada sea la primera recuperación. Con los años que lleve recuperándose, comienza a acrecentarse el orgullo, y no resulta fácil ni agradable admitir que el hecho de haber “limpiado” un área de la vida no bastó para eliminar todo el dolor ni todos los secretos. Pero en lugar de ver la próxima Recuperación como un golpe asestado a nuestro orgullo o un fracaso (no haber hecho un programa perfecto), sería más apropiado darle la bienvenida.
Recuerda el alivio que experimentaste cuando te rendiste por completo ante el poder de las otras adicciones que ya has enfrentado. Y reconoce que esa recuperación nunca es un fin en sí misma; no es una puerta que debemos cerrar contra una vieja manera de vivir, sino una que debemos abrir diariamente hacia una experiencia nueva, más libre y extendida de sentirnos vivos, enteros y bien.   
Robin Norwood, libro Cartas de las mujeres que aman demasiado



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