Sexto Paso

Sexto Paso
Estuvimos enteramente dispuestos a dejar
Que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter
De repente vemos la mirada de dolor en los ojos de un amigo tras haber puesto de manifiesto una de nuestras características menos agradables. Bajamos la cabeza avergonzados, balbuceamos una disculpa y probablemente nos fustigamos por dentro por haber sido crueles una vez más. Sentimos asco por dentro, porque sabemos que nuestras acciones afectan a la gente que nos rodea. Estamos hartos de ser las personas que hemos sido pero este sentimiento nos obliga a cambiar y a crecer. Queremos ser distintos a lo que hemos sido; la buena noticia es que ya lo somos. Ser capaces de ver más allá de nuestros propios intereses y preocuparnos por lo que sienten los demás ya es un cambio sorprendente, considerando que nuestra furiosa autoobsesión es el núcleo de nuestra enfermedad.
Libro, Funciona cómo y por qué, de Na

António Macedo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre