Noveno Paso
Complejo de Wendy
Las mujeres atrapadas en el dilema de Wendy conservan simbólicamente un pié dentro de la cuna cuando se aventuran al mundo adulto. El resultado es una pauta de conducta dual en la que pretenden ser mundanas, pero en cuestiones de relaciones son bastante ingenuas; hablan de estar enamoradas, pero en realidad están simplemente absorbidas por la idea de representar un amor maduro; hablan de que están liberadas, pero raramente se permiten a si mismas de disfrutar de la espontaneidad. Trágicamente, porque no pueden admitir su debilidad, estas mujeres no pueden crecer y madurar más allá de esas limitaciones.En el otro extremo del espectro está la “Campanita” (llamada así por otro personaje de la obra de J. M. Barrie, que no tiene paciencia con la conducta de Meter Pan). Campanita es una mujer que está deseosa de crecer. Acepta su responsabilidad en una relación y espera lo mismo de su compañero, negándose a aceptar las pautas inmaduras de él. Tiene el coraje de afrontar debilidades y de crecer superándolas. Mientras que Wendy es la madre de su compañero, una Campanita es una auténtica compañera. Wendy está encerrada en la trampa; Campanita no.Muchas mujeres se encuentran atrapadas en una posición intermedia entre Campanita y Wendy. Pueden recordar hermosos momentos de participación y de trabajo en equipo, pero se sienten descorazonadas por el egoísmo y el infantilismo de su compañero. Soportan estallidos de mal genio, esperando que finalmente emergerá la madurez. Hacen de madre para el muchachito que realiza esfuerzos mal orientados para convertirse en un hombre maduro. La mujer atrapada en el dilema de Wendy, nunca advierte que con hacer de madre contribuye al deterioro del amor adulto.El Complejo de Wendy, Por el Dr. Dan Kiley.
Noveno Paso
Enmendamos directamente el mal causado a esas personas siempre que fue posible, excepto cuando el hacerlo implicara perjuicio para ellas o para otros.
Tranquilidad del espíritu
¿Ponemos el asunto delante de nuestro padrino o consejero espiritual, pidiendo sinceramente la ayuda y la dirección de Dios, mientras nos decidimos a hacer la cosa como es debido cuando ésta se aclare, cueste lo que cueste?
Doce Pasos y Doce Tradiciones, p. 92
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