Sexto Paso
Sexto
Paso
Estuvimos
totalmente dispuestas a que Dios eliminara todos estos defectos de carácter
Lo que tenemos que reconocer
ahora es que algunos de nuestros defectos nos deleitan inmensamente. Realmente
nos encantan. Por ejemplo ¿a quién no le gusta sentirse un poco superior a su
prójimo, o incluso muy superior? ¿No es cierto que nos gusta disfrazar de
ambición nuestra avaricia? Parece imposible pensar que a alguien le guste la
lujuria. Pero, ¿cuántos hombres y mujeres hablan de amor con la boca, y creen
en lo que dicen, para poder ocultar la lujuria en un rincón oscuro de su mente?
E incluso dentro de los limites convencionales, muchas personas tienen que
confesar que sus imaginarias excursiones sexuales suelen ir disfrazadas de
sueños románticos.
A.A
(imagen Gilda Mantilla)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar