Manual para no morir de Amor , Walter Riso


Principio 3
¿NI CONTIGO, NI SIN TI?
¡CORRE LO MÁS LEJOS POSIBLE!
Ni contigo, ni sin ti,
tienen mis males remedio;
contigo porque me matas,
y sin ti porque me muero.
Anónimo
La duda en el amor
acaba por hacer dudar de todo.
Amiel
Conflicto insoportable, desgastante. Llevas tiempo tratando de acomodarte a
una contradicción que te envuelve y te revuelca, te sube y te baja: «Sí, pero no», «No, pero sí». Un amor inconcluso, que no es capaz de definirse a sí mismo, puede durar siglos: cuando estás a mi lado me aburro, me canso, me estreso, pero cuando te tengo lejos, no puedo vivir sin ti, te echo de menos y te necesito. ¡Qué pesadilla! ¿Cómo manejar semejante cortocircuito y no electrocutarse? ¿Semejante contradicción, sin asfixiarse?
Esta duda metódica sobre lo que se siente, que no siempre se expresa claramente, funciona como las arenas movedizas: cuanta más fuerza hagas por salir, más te hundes. Las personas víctimas de este amor fragmentado e indefinido, bajo los efectos de la desesperación, intentan resolver la indecisión del otro investigando las causas, dando razones, cambiando su manera de ser... en fin, haciendo y deshaciendo los intríngulis sin mucho resultado. La razón del fracaso es que los individuos que sufren del «ni contigo, ni sin ti» se inmovilizan y se quedan dando vueltas en el mismo círculo, a veces durante años. En la cercanía, la baja tolerancia a la frustración o la exigencia irracional les impide estar bien con la persona que supuestamente aman, y en la lejanía, los ataques de nostalgia minimizan lo que antes les parecía insoportable y espantoso.
Libro, Manual para no morir de Amor , Walter Riso 



(imagen Javier Termerón)

Sexto Paso
Estuvimos totalmente dispuestas a que Dios eliminara todos estos defectos de carácter
Cuando la gula no llega al grado de arruinar nuestra salud, solemos darle un nombre más benigno; decimos que "disfrutamos de nuestro bienestar". Vivimos en un mundo carcomido por la envidia. En menor o mayor grado, les infecta a todos. De este defecto, debemos de sacar una clara, aunque deformada, satisfacción. Si no, ¿por qué íbamos a malgastar tanto tiempo en desear lo que no tenemos en lugar de trabajar por conseguirlo, o en buscar atributos que nunca tendremos y sentirnos airados al no encontrar, en lugar de ajustarnos a la realidad y aceptarla? Y cuántas veces no trabajamos con gran ahínco sin otro motivo más noble que el de rodearnos de seguridad y abandonarnos en la pereza más tarde - solo que a esto lo llamamos "buena jubilación". Consideremos además nuestro talento para dejarlo todo para mañana, lo que no es sino una variedad de la pereza. Casi cualquier persona podría hacer una larga lista de defectos como éstos, y muy pocos de nosotros pensarían seriamente en abandonarlos, al menos hasta que nos causaran excesivo sufrimiento
A.A



Comentarios

Entradas populares de este blog

Meditaciones 24 de junio

Meditaciones 9 de abril

Meditaciones 15 de septiembre